3 años, ya pasaron 3
años desde que Néstor, el que vino a proponernos un sueño
se nos fue. Es cierto que cantamos que no se fue, que vive en el corazón y que vive en cada chico
que cobra la Asignación. Pero también es cierto que su presencia físico-política
la extrañamos mucho. Y su ausencia se nota mucho más en momentos políticos
complicados como los que se avecinan.
De todos modos con
él, que se asumió como parte de una generación diezmada,
también vivimos situaciones muy duras. Cómo olvidar su cara, su gesto, ese
gesto demacrado, cansado que nos mostró la noche de la derrota con el colorado
De Narváez (la ex gran esperanza blanca del establishment). Esa noche se empezó
a morir un poco Néstor, esa noche lo noté por primera vez frágil, física y políticamente.
Daban ganas de abrazarlo esa noche, de decirle “no pasa nada, no te calentés flaco, ésta
la vamos a dar vuelta” aunque esa noche no creyéramos ni un poquito
que íbamos a dar vuelta nada, aunque esa noche pensáramos que se nos venía la
noche mal porque habíamos perdido el control del Congreso y porque veníamos del
pijazo de la 125. En realidad daban ganas de decirle que no pasa nada para que
él nos dijera “más vale que no pasa nada pelotudo, ¿vos
te pensás que llegué hasta acá para apichonarme porque perdí una elección?, no
vengas a romper las pelotas con lamentos pelotudos y ponete a laburar para
darla vuelta porque si no éstos nos van a comer crudos. Disfrutá del quilombito
que se viene. Va a arde Troya acá. Ésto es el peronismo papá. Esto es lo más
lindo del peronismo, ahora empieza la rosca en serio, las peleas, las transas,
las traiciones, los reacomodamientos internos. Yo sé que nos van a querer
marcar la cancha, que nos van a rodear la manzana, que ya se están probando
nuestras pilchas porque dan por hecho que estamos muertos. Estamos muertos si nos
quedamos lloriqueando por que nos rompieron el ojete. ¿Sabés las veces que
estuve en minoría? Todas las veces que se te ocurra estuve en minoría, siempre
la remé desde atrás, ¿o porque te pensás que arreglé con el cabezón? Porque yo era
minoría pero sobre todo porque soy peronista. ¿O no decía Perón que si vamos
con los buenos solos no llegamos a ningún lado? ¿O no decía que las casas
también se hacen con bosta? Dale, que me venís a consolar, ¿sabés las veces que
estuvimos en medio del río con agua al cuello? Miles, sin embargo salimos a
flote, éste es el momento más lindo de la política como la entendemos los
peronistas a ver si lo entendés de una vez, es el momento en el que hay que demostrar
quién es más pillo, quién es más político, quién es más peronista a fin de
cuentas. No digo que no puedan pasarnos por arriba pero no te creas que se la
vamos a hacer fácil. Hoy nos ganaron pero ahora viene lo más difícil para el
que ganó, ahora tiene que contruir (no está mal escrito, así lo
decía Nestor, contruir no construir, se le iba esa s del medio, no sé si porque
la pronunciaba como ese o por cierto tono de provincia, me inclino por la
segunda opción), ganar gana cualquiera, el asunto es
cómo lo sostenés después, no alcanza con slogans de campaña o lanzar frases vacías
al viento. Eso sirve para ganar una elección. Una vez que ganás las elecciones
tenés que demostrarle a los aliados circunstanciales que te hicieron ganar la
elección que realmente sos capaz de sostener un proyecto en serio. Me vienen
con esa boludez de que te acompañan al cementerio pero después no entra nadie. Primero
es una boludez tan obvia que ni vale la pena pensarla, más vale, nadie se
suicida políticamente, salvo que seas radical claro. Cuando ganás nadie te garantiza
apoyos eternos, ¿sabés por qué? Porque no ganás solo, nadie gana solo, te van
midiendo los que te acompañan, los que te hacen ganar la elección, te dan la
mano a ver que hacés y ahí es dónde tenés que mostrar un proyecto,
convicciones, pelotas para sostenerlo aunque vengan degollando, si ven que sos
un flancito político te sacan la escalera a la primera de cambio y a los 2
años, a los 4 si querés no pasás de ser una anécdota electoral, un pedo en una
canasta…yo sé que algunos se creen que ganaron ellos porque son unos fenómenos,
porque tienen onda, porque son más o menos bien empilchados y no son bizcos y
tienen la familia modelo y los apoyan los poderosos por obra y gracia de la
providencia y de su carisma inigualable. Las pelotas, te apoyan porque están
pensando qué ventaja te van a sacar, ¿o te pensás que a mí me apoyaban o me
seguían por lindo o porque tenía carisma? ¿Vos me viste? ¿Vos pensás que lo mío
fue carisma? Eso no existe, es laburo, es darle todo el día a la política, es embarrarse
pero embarrarse en serio, es putear a quien tengas que putear sin importarte
las consecuencias. Salvo que quieras ser el gerente de los intereses de otro,
seguro que los que quieren ser gerentes de otros intereses también ganan una
elección, el tema es ver si los apoyos que consiguen para ganar una elección se
convierten en lealtades duraderas. Eso es lo realmente difícil, eso es lo
maravilloso que tiene el peronismo, las lealtades existen aunque cuando perdés
por cagadas propias y traiciones ajenas los querés mandar a todos a cagar y te
querés ir a tu casa porque pensás que son todos unos hijos de puta. Pasa que si
no entendés eso no entendés el peronismo. No hay hijos de puta. O si los hay
somos todos hijos de puta. ¿O que te pensás que pensó el cabezón cuando me abrí
y armé la mía? Pensó que yo era un traidor hijo de puta, claro que sí. Pasa que
él se quedó con eso, que Menem lo cagó, que yo lo cagué, que todos lo cagaron y
no se puso a ver en qué le pifió él para que le pase lo que le pasó. Ese el
error que no hay que cometer: enojarse. No hay que enojarse con nadie, un poco
sí porque si no te enfermás pero para adentro, encerrate y puteá a todos los
que quieras, pasales facturas políticas dentro de tus posibilidades, lo que
sea, pero tenés que tener claro que si alguna vez estuvieron con vos pueden
volver a estar con vos. Depende de lo que hagas en la derrota, en la victoria
es fácil, todos nos creemos Gardel y todos te soban el lomo, el asunto es en la
derrota qué hacés. Contruir (otra vez contruir, construir Néstor
construir pero cómo mierda lo paro por una boludez semejante si me está dando
una clase de peronismo y de política de puta madre cuando yo como un pelotudo
lo fui a consolar pensando que el tipo necesitaba que lo consuelen) desde la derrota tiene su encanto no te creas, te baja
a tierra, te hace ver que no sos el más pija del mundo y ojo que no estoy
haciendo un culto de la derrota eh? Perder nunca es una opción porque si pierde
el peronismo, el peronismo posta, el peronismo que se ocupa y preocupa por los
que menos tienen, no pierdo yo, pierde el pueblo. ¿O no escuchaste que los días
más felices siempre fueron peronistas? ¿Por qué te pensás que dije que yo no
pedía cheques en blanco el día que asumí? Porque tenés que saber si te metés en
serio en política y en el peronismo te van a estar midiendo todo el tiempo y
tenés que saber estar a la altura de las circunstancias porque si no te sacan
la escalera y te vas de cabeza al piso. Andá, ya me consolaste si suponías que
me tenías que consolar, ahora rajá, a laburar papá que ésto recién empieza y
tengo que llamar a un hijo de puta como yo para ver porque mierda pasó lo que
pasó…”
Y en esa hay que
seguir, ¿o pensamos que nos hubiera dicho algo distinto un día como hoy? ¿O creemos
que él se hubiera quedado llorando por Massa? ¿O imaginamos que nos hubiera
dicho “extrañenmé, lloren por mi y no hagan
nada, quedensé temblando si un día no estoy y Cristina está en cama”?
¿O nos hubiera dicho “crezcan de una
vez, no necesitan una mamá y un papá que les digan qué hacer, vayan al
territorio, gestionen, peleen, discutan puertas adentro, piensen porque mierda
perdimos dónde nunca deberíamos perder”? Son preguntas, cualquiera
puede ser la respuesta cada uno elige cuál prefiere, ¿no era que En la vida hay que elegir? Elijamos.