viernes, 19 de septiembre de 2014

Máximo Gesto

Mañana de domingo. Me desperté ansioso tras un sábado especial. Deseaba, de mínima, un título tamaño catástrofe que hablara de lo que había vivido el día anterior en el Diego Armando Maradona. Quería un titular ingenioso, provocativo, que me mantuviera en vilo, que me hiciera calentar. Pero no. Claramente el juego que proponen es mezquino, subrepticio, de operación tras bambalinas. No se bancan sostener la apuesta a la luz del día.

Yo esperaba que escribieran “Y un día apagó la Play”. No sucedió. No se animaron a ratificar lo que nos vendieron durante años: que era un gordo boludo que lo único que hacía era jugar a la Play Station. Espero que mañana Noticias haga lo que Clarín no se animó a hacer, lo que no se animó a decir. Nunca menos.

Les salió el tiro por la culata. De golpe se vieron desbordados por una realidad que no esperaban. Una carta que asumieron que no se jugaría jamás. Ellos mismos se creyeron su propio relato. El relato. Mirá vos por dónde terminó saliendo el mentado tema del relato…

También resultó contraproducente en otro sentido el relato. Tanto lo dijeron, tanto insistieron, tanto lo instalaron que hasta nosotros, en algún lugar de nuestro ser también lo hicimos carne. Consciente o inconscientemente. Entonces no fuimos con demasiada expectativa. Fuimos a ver qué pasaba. Porque no somos preclaros, porque tenemos debilidades, porque no nos creemos más que nadie. Nosotros también somos víctimas de esta sociedad mediática y contra ella peleamos, contra ella nos rebelamos, ante ella sucumbimos frecuentemente, dudamos de nosotros mismos. ¿Por qué? Porque no lo sabemos todo, porque no somos perfectos, porque preferimos equivocarnos pero siempre al lado del pueblo. Nunca solos. No somos como ellos, no somos perfectos, no lo sabemos todo. Néstor no era un tipo perfecto…la magia de ese momento…la energía que se vivió cuando habló Máximo, el hijo de Néstor, el hijo de Cristina fue impagable. Un silencio de misa. No volaba una mosca. No hay apellidos mágicos dijo y es tan cierto. No hay apellidos mágicos dijo y movió los brazos y fue tan Kirchner todo…

Fue una tarde luminosa pese a las nubes y a la lluvia que Néstor supo frenar para que disfrutáramos de esa jornada a pleno. Una tarde plagada de gestos. Políticos y humanos que, siendo peronistas y según dice Perón en Conducción Política, son una misma cosa.

El gesto del Cuervo Larroque de oficiar simplemente de maestro de ceremonias. De presentar a la figura excepcional de esa tarde. Un gesto político-humano infrecuente en estos tiempos. Ceder protagonismo, dejar de lado el ego, privilegiar lo colectivo por sobre las vanidades personales. Larroque está habituado a hablar frente a auditorios importantes, ante miles de personas. Tiene manejo, cancha, está acostumbrado a esas situaciones te guste más o menos lo que diga. Lo dejó hablar solo a Máximo sin presiones, sin un discurso previo que pudiera intimidarlo.

El gesto de Máximo Kirchner para con sus compañeros. Ellos son mejores que yo. Lo digo y no me da vergüenza decirlo dijo. Pero el gesto no fue sólo decirlo. El gesto fue estar ahí, dar la cara, poner el cuerpo, hablar, enfrentar una situación que tranquilamente podía haber evitado y sin embargo estuvo ahí, como reconocimiento a los que pusieron el cuerpo aunque él estuviera ahí, en las sombras. Y le hubiera resultado mucho más sencillo seguir articulando desde ese lugar. Pero no. Fue. Estuvo ahí. Nos habló. Nos interpeló.

Ya lo habíamos escuchado hablar. Lo habíamos leído en algún libro también. No es lo mismo. Es como una banda de rock. La escuchás en un cd de estudio y cualquier banda suena prolija, perfecta. Después la ves en vivo y es una poronga. Editado cualquiera puede sonar coherente, esa duda, a lo mejor persistía, sumado al mito de la Play (igual lo recontrabanco con la Play. Es hermoso jugar a la Play. Los que tenemos 30 y tantos sabemos lo placentero que es jugar al fulbito en tu casa y no ir a una sala de videos y poner la ficha por cada partido. Jugar hasta que te duelan las manos y se te sequen los ojos. A ver giles. ¿Qué hacen en sus tiempos libres? ¿Se la pasan leyendo el Ulyses de Joyce? Caretas.) El vivo es otra cosa, juegan otros factores, no hay posibilidad de cortar y volver a grabar, es al pan pan y al vino vino. Plata o mierda. Y lo supo manejar, hasta cuando titubeó al principio, la piloteó con el recurso de presentarse frágil, asumiendo que dudaba, mostrando que estaba haciendo un esfuerzo, sincerándose ante todos y ante sí mismo que tal vez no quisiera estar haciendo eso en ese momento. Cualquiera que se paró ante un grupo de personas, que se expuso, que se mandó a hablar sabe la tensión que se siente, el temor a equivocarse, el miedo a ser juzgado, la vergüenza de defraudar(se). Manejó la situación, se fue soltando, afianzando, hasta le tomó el gustito charlábamos con algunos compañeros. Ojala así haya sido. No cualquiera sale bien parado ante la mirada de tantos que eran muchos más que los 40 mil que estábamos ahí y encima con la mejor buena leche. Miles, millones diría lo miraban desde todos lados con la peor de las malas leches. Y él la piloteó. Hay que tener pasta para hacerlo. No es joda.

Hubo variedad de repercusiones. Sólo me voy a referir a 3, no leo las editoriales de los grandes medios. Puede que no esté bien no hacerlo pero no me interesan, me aburren, me hace daño la mala leche, ya sé lo que van a decir, ni se esfuerzan en ser un poco creativos, los lugares que recorren son siempre los mismos. Ya sé lo malos que somos, ya me lo enseñaron durante más de una década. No me importa lo que digan de mí, no me importa nada pero de mi hermana...el hermano mayor saltando por su hermana, como el padre cuando saltaba por su mujer. ¿Hace falta que aclare que no lo estoy comparando con Néstor? Sí hace falta cerrá el blog porque te recibiste de pelotudo. Apenas está empezando si es que se decide a realizar una carrera política formal.

Decía que me iba a referir a 3.
1. Asís. El turco al que tanto he puteado por menemista. El que se animó a decir que aunque no acuerde en nada no se puede soslayar el acto del sábado. Por el nivel de movilización y organización, por lo que dijo Máximo Kirchner, porque asumió que vamos a dar batalla y tiene la capacidad política para comprender que negando lo que pasó no se le puede ganar al kirchnerismo. El que fue acusado de kirchnerista por el gorila intenso. ¿No son hermosos? Lo acusan de kirchnerista porque intenta comprender un fenómeno político. Genios. Ahí te demuestra Asís que no es gorila. Para superar algo primero lo tenés que conocer y reconocer.

2. El boludo de Lucas Carrasco. Perdón Asís por incluirlo en la enumeración. No los estoy poniendo a la par. Tranca. El ego, la vanidad, la pavada misma. Uno de los mayores errores del kirchnerismo fue darle guita y visibilidad al boludo ése para que defienda algo en lo que nunca creyó. Porque no cree en lo que creemos nosotros. Sólo en él. ¿Por qué? Porque no es peronista. Corta la bocha como dice la nueva estrella mediática Ivo Cutzarida. El Ivo de la gente. (?)

3. Tenembaum. Preguntó irónicamente qué nueva utopía se había planteado en el acto del sábado. Ninguna maestro. Nunca lo vas a entender. Nunca lo vas a comprender diría Perón, una doctrina no se enseña, no se aprende, se comprende. No planteamos utopías. Nos proponemos realidades porque peronistas.

Vamos cerrando. Algunos conceptos políticos para pensar(nos) de cara al futuro.
No es un nombre, es una idea, es una postura ante la vida, una doctrina, un compromiso. No son ellos más que como referencia, somos nosotros. Todos nosotros. Ese es el legado de este tiempo.

El Frente para la Victoria es más, mucho más que los que estamos acá. Es el movimiento, los compañeros, los que no lo acompañaron sólo hasta la puerta del cementerio sino que entraron con él y eso no se olvida.

Que cierren los números con la gente afuera lo hace cualquiera. El asunto es que cierren los números con la gente adentro. Es eso. Toda una definición. Peronismo. Kirchnerismo. Llamalo como quieras.

No esperaba demasiado, tal vez sea eso. En el 2003 tampoco esperaba demasiado. A lo mejor sea que no soy tan pillo como los que se dan cuenta de todo. Tal vez sea eso. Quizás sea que soy como los negros como mi viejo que seguían a Perón y no se daban cuenta que lo que el Viejo hacía era frenar la revolución. O probablemente sea como los boludos de los Derechos Humanos que se dejaron usar por el tuerto que se beneficiaba de ellos. Puede que sea como esos pibes que comen, estudian y se vacunan porque la Yegua les da la asignación para que la voten y quedarse para siempre. Seguro que es todo eso. Obvio que es eso.


Y el final. La alegría genuina de los compañeros, los que estaban ahí y los que no estaban ahí pero son igual de compañeros y se alegran por la alegría de tantos. Me emocioné. ¿Qué más puedo decir? Creo que se nota. Algo de Néstor estuvo ahí, algo de él estuvo en la cancha de Argentinos. Y encima al final del discurso el Indio. Una canción hermosa, una fiesta sin fin. Había una vez





2 comentarios:

  1. :)
    lástima que no pude ir... lo vi desde casa y me emocioné, era nestor.

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  2. te robe esta parte

    Preguntó irónicamente qué nueva utopía se había planteado en el acto del sábado. Ninguna maestro. Nunca lo vas a entender. Nunca lo vas a comprender diría Perón, una doctrina no se enseña, no se aprende, se comprende. No planteamos utopías. Nos proponemos realidades porque peronistas.

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