Mañana de domingo. Me desperté ansioso tras un
sábado especial. Deseaba, de mínima, un título tamaño catástrofe que hablara de
lo que había vivido el día anterior en el Diego Armando Maradona. Quería un
titular ingenioso, provocativo, que me mantuviera en vilo, que me hiciera
calentar. Pero no. Claramente el juego que proponen es mezquino, subrepticio,
de operación tras bambalinas. No se bancan sostener la apuesta a la luz del
día.
Yo esperaba que escribieran “Y un día apagó la
Play”. No sucedió. No se animaron a ratificar lo que nos vendieron durante años:
que era un gordo boludo que lo único que hacía era jugar a la Play Station. Espero
que mañana Noticias haga lo que Clarín no se animó a hacer, lo que no se animó
a decir. Nunca menos.
Les salió el tiro por la culata. De golpe se
vieron desbordados por una realidad que no esperaban. Una carta que asumieron que
no se jugaría jamás. Ellos mismos se creyeron su propio relato. El relato. Mirá
vos por dónde terminó saliendo el mentado tema del relato…
También resultó contraproducente en otro sentido
el relato. Tanto lo dijeron, tanto insistieron, tanto lo instalaron que hasta
nosotros, en algún lugar de nuestro ser también lo hicimos carne. Consciente o
inconscientemente. Entonces no fuimos con demasiada expectativa. Fuimos a ver
qué pasaba. Porque no somos preclaros,
porque tenemos debilidades, porque no nos creemos más que nadie. Nosotros también
somos víctimas de esta sociedad mediática y contra ella peleamos, contra ella
nos rebelamos, ante ella sucumbimos frecuentemente, dudamos de nosotros mismos.
¿Por qué? Porque no lo
sabemos todo, porque no somos perfectos, porque preferimos equivocarnos pero
siempre al lado del pueblo. Nunca solos. No somos como ellos, no somos
perfectos, no lo sabemos todo. Néstor no era un tipo perfecto…la magia de ese momento…la
energía que se vivió cuando habló Máximo, el hijo de Néstor, el hijo de
Cristina fue impagable. Un silencio de misa. No volaba una mosca. No hay apellidos mágicos dijo y es tan cierto. No
hay apellidos mágicos dijo y movió los brazos y fue tan Kirchner todo…
Fue una tarde luminosa pese a las nubes y a la
lluvia que Néstor supo frenar para que disfrutáramos de esa jornada a pleno. Una
tarde plagada de gestos. Políticos y humanos que, siendo peronistas y según
dice Perón en Conducción Política, son una misma cosa.
El gesto del Cuervo Larroque de oficiar simplemente
de maestro de ceremonias. De presentar a la figura excepcional de esa tarde. Un
gesto político-humano infrecuente en estos tiempos. Ceder protagonismo, dejar
de lado el ego, privilegiar lo colectivo por sobre las vanidades personales. Larroque
está habituado a hablar frente a auditorios importantes, ante miles de
personas. Tiene manejo, cancha, está acostumbrado a esas situaciones te guste
más o menos lo que diga. Lo dejó hablar solo a Máximo sin presiones, sin un
discurso previo que pudiera intimidarlo.
El gesto de Máximo Kirchner para con sus
compañeros. Ellos
son mejores que yo. Lo digo y no me da vergüenza decirlo dijo. Pero el gesto no
fue sólo decirlo. El gesto fue estar ahí, dar la cara, poner el cuerpo, hablar,
enfrentar una situación que tranquilamente podía haber evitado y sin embargo
estuvo ahí, como reconocimiento a los que pusieron el cuerpo aunque él
estuviera ahí, en las sombras. Y le hubiera resultado mucho más sencillo seguir
articulando desde ese lugar. Pero no. Fue. Estuvo ahí. Nos habló. Nos interpeló.
Ya lo habíamos escuchado hablar. Lo habíamos
leído en algún libro también. No es lo mismo. Es como una banda de rock. La escuchás
en un cd de estudio y cualquier banda suena prolija, perfecta. Después la ves
en vivo y es una poronga. Editado cualquiera puede sonar coherente, esa duda, a
lo mejor persistía, sumado al mito de la Play (igual lo recontrabanco con la
Play. Es hermoso jugar a la Play. Los que tenemos 30 y tantos sabemos lo
placentero que es jugar al fulbito en tu casa y no ir a una sala de videos y
poner la ficha por cada partido. Jugar hasta que te duelan las manos y se te
sequen los ojos. A ver giles. ¿Qué hacen en sus tiempos libres? ¿Se la pasan
leyendo el Ulyses de Joyce? Caretas.) El vivo es otra cosa, juegan otros
factores, no hay posibilidad de cortar y volver a grabar, es al pan pan y al
vino vino. Plata o mierda. Y lo supo manejar, hasta cuando titubeó al
principio, la piloteó con el recurso de presentarse frágil, asumiendo que
dudaba, mostrando que estaba haciendo un esfuerzo, sincerándose ante todos y
ante sí mismo que tal vez no quisiera estar haciendo eso en ese momento. Cualquiera
que se paró ante un grupo de personas, que se expuso, que se mandó a hablar
sabe la tensión que se siente, el temor a equivocarse, el miedo a ser juzgado,
la vergüenza de defraudar(se). Manejó la situación, se fue soltando,
afianzando, hasta le tomó el gustito charlábamos con algunos compañeros. Ojala así
haya sido. No cualquiera sale bien parado ante la mirada de tantos que eran
muchos más que los 40 mil que estábamos ahí y encima con la mejor buena leche. Miles,
millones diría lo miraban desde todos lados con la peor de las malas leches. Y él
la piloteó. Hay que tener pasta para hacerlo. No es joda.
Hubo variedad de repercusiones. Sólo me voy a
referir a 3, no leo las editoriales de los grandes medios. Puede que no esté
bien no hacerlo pero no me interesan, me aburren, me hace daño la mala leche,
ya sé lo que van a decir, ni se esfuerzan en ser un poco creativos, los lugares
que recorren son siempre los mismos. Ya sé lo malos que somos, ya me lo
enseñaron durante más de una década. No
me importa lo que digan de mí, no me importa nada pero de mi hermana...el hermano mayor
saltando por su hermana, como el padre cuando saltaba por su mujer. ¿Hace falta
que aclare que no lo estoy comparando con Néstor? Sí hace falta cerrá el blog
porque te recibiste de pelotudo. Apenas está empezando si es que se decide a
realizar una carrera política formal.
Decía que me iba a referir a 3.
1. Asís. El turco al que tanto he puteado por
menemista. El que se animó a decir que aunque no acuerde en nada no se puede
soslayar el acto del sábado. Por el nivel de movilización y organización, por
lo que dijo Máximo Kirchner, porque asumió que vamos a dar batalla y tiene la
capacidad política para comprender que negando lo que pasó no se le puede ganar
al kirchnerismo. El que fue acusado de kirchnerista por el gorila intenso. ¿No
son hermosos? Lo acusan de kirchnerista porque intenta comprender un fenómeno
político. Genios. Ahí te demuestra Asís que no es gorila. Para superar algo
primero lo tenés que conocer y reconocer.
2. El boludo de Lucas Carrasco. Perdón Asís por
incluirlo en la enumeración. No los estoy poniendo a la par. Tranca. El ego, la
vanidad, la pavada misma. Uno de los mayores errores del kirchnerismo fue darle
guita y visibilidad al boludo ése para que defienda algo en lo que nunca creyó.
Porque no cree en lo que creemos nosotros. Sólo en él. ¿Por qué? Porque no es
peronista. Corta la bocha como dice la nueva estrella mediática Ivo Cutzarida. El
Ivo de la gente. (?)
3. Tenembaum. Preguntó irónicamente qué nueva
utopía se había planteado en el acto del sábado. Ninguna maestro. Nunca lo vas
a entender. Nunca lo vas a comprender diría Perón, una doctrina no se enseña,
no se aprende, se comprende. No planteamos utopías. Nos proponemos realidades
porque peronistas.
Vamos cerrando. Algunos conceptos políticos para
pensar(nos) de cara al futuro.
No es un nombre, es una idea, es una postura ante la vida, una
doctrina, un compromiso. No son ellos más que como referencia, somos nosotros. Todos
nosotros. Ese es el legado de este tiempo.
El Frente para la Victoria es más, mucho más que los que
estamos acá. Es el movimiento, los compañeros, los que no lo acompañaron sólo hasta la puerta del
cementerio sino que entraron con él y eso no se olvida.
Que cierren los números con la gente afuera lo hace
cualquiera. El asunto es que cierren los números con la gente adentro. Es eso. Toda una
definición. Peronismo. Kirchnerismo. Llamalo como quieras.
No esperaba demasiado, tal vez sea eso. En el
2003 tampoco esperaba demasiado. A lo mejor sea que no soy tan pillo como los
que se dan cuenta de todo. Tal vez sea eso. Quizás sea que soy como los negros
como mi viejo que seguían a Perón y no se daban cuenta que lo que el Viejo
hacía era frenar la revolución. O probablemente sea como los boludos de los
Derechos Humanos que se dejaron usar por el tuerto que se beneficiaba de ellos.
Puede que sea como esos pibes que comen, estudian y se vacunan porque la Yegua
les da la asignación para que la voten y quedarse para siempre. Seguro que es
todo eso. Obvio que es eso.
Y el final. La alegría genuina de los compañeros,
los que estaban ahí y los que no estaban ahí pero son igual de compañeros y se
alegran por la alegría de tantos. Me emocioné. ¿Qué más puedo decir? Creo que
se nota. Algo de Néstor estuvo ahí, algo de él estuvo en la cancha de
Argentinos. Y encima al final del discurso el Indio. Una canción hermosa, una
fiesta sin fin. Había una vez…
:)
ResponderEliminarlástima que no pude ir... lo vi desde casa y me emocioné, era nestor.
te robe esta parte
ResponderEliminarPreguntó irónicamente qué nueva utopía se había planteado en el acto del sábado. Ninguna maestro. Nunca lo vas a entender. Nunca lo vas a comprender diría Perón, una doctrina no se enseña, no se aprende, se comprende. No planteamos utopías. Nos proponemos realidades porque peronistas.