lunes, 26 de noviembre de 2012

Ecos de una semana movida. Una más.


Acaba de terminar una nueva semana movida con feriado incluido. Una más. En los últimos siete días pasó de todo. Lanata arrancó el domingo posterior al 8N diciendo eso. Esta semana pasó de todo. No es casualidad que pase. No es inocente. Nada lo es. Ya lo anticipó hace un tiempo Cristina diciendo que no sabía cuántas cosas estrambóticas sucederían hasta el 7D, no se equivocó en la predicción. Qué palabra estrambótica! Es realmente estrambótica esa palabra. La definición de estrambótico es extravagante, extraño. Algunos de sus sinónimos son: estrafalario, ridículo, singular, excéntrico, hasta aparecen palabras como barroco que se asocian a estrambótico. Esta semana lo fue sin dudas. El mes en realidad lo fue. Un mes estrambótico. Todo eso fue, es. Ridículo, recargado de significados, de operaciones, de situaciones impensables algún tiempo atrás, de giros inesperados o no tan inesperados. Quién puede decir que es inesperado y que no lo es en la política, en la vida.

El período kirchnerista tiene una particularidad. Se han producido tantos hechos relevantes en los últimos 10 años que parecen que fueran 50. Es un rasgo propio del peronismo histórico. Son décadas tan intensas en cuanto a sucesos históricos, tensiones, conflictos, conquistas que los años son eternos. También desde esa sensación puede entenderse la furia de quienes se oponen al gobierno kirchnerista (orgánica o inorgánicamente, desde adentro de una estructura política, sindical, empresarial o simplemente gente que no participa activamente en ningún espacio en particular).

Propongo, para comprender algo de los sucesos de los últimos días que hagamos un ejercicio de imaginación. Nada del otro mundo, no se crean. Una situación ficticia, ficcional. O una serie de ellas. Allí vamos.

Supongamos que un temible periodista de uno de los no menos temibles canales oficialistas, cualquiera, pónganle el nombre que quieran, encara a un gendarme, o a un prefecto durante la semana del conflicto que se produjo con ellos hace un tiempo. Parece que sucedió hace bocha de tiempo pero no es así. La coyuntura histórica y el intenso mes de noviembre (el N, el mes N de este año) generan esa especie de distancia de aquel conflicto. O a un cacerolero la noche del 8N si prefieren. O a un sindicalista le habla el periodista el martes pasado, el veinTN como se lo denominó ingeniosamente en Twitter desde el espacio kirchnerista. El periodista en cuestión se encuentra en el piso del canal. Le hace una nota a distancia. Mira a cámara, asumiendo que mientras mira a la cámara está mirando a su interlocutor, a su entrevistado. Y ahí le larga: Ustedes son unos conchudos. El gendarme, el prefecto, el cacerolo o el sindicalista se quedan de una pieza. Atónitos. ¿Qué me está diciendo este tipo? ¿Realmente me está diciendo lo que estoy escuchando? Después, para aminorar la embestida le hace una pirueta semántica loca y le dice que conchudo es sinónimo de sagaz, astuto. El entrevistado no le cree un carajo. Sabe que el periodista lo que quiso fue decirle conchudo sin más y que lo está envolviendo con una boludez de proporciones con eso de astuto y toda esa ensalada. ¿Cuál habría sido la reacción generalizada ante esa hipotética situación?

Otra escena. También fantástica. Fantástica de fantasiosa, no de lo grosa que es como escena. Un diputado oficialista, el que se les ocurra, llama fascista a Mauricio Macri. Para rematarla sentencia: Todo fascista es cruel. Es un loco, agresivo al extremo se le diría al diputado. Violento. No propenso al diálogo. Que acude a la descalificación siempre, permanentemente.

Una más y no jodemos más. Un (o una, cierto, no me termino de acostumbrar al todos y todas a la hora de escribir, en cualquier momento me expropian el título del blog y me sacan el mote de kirchnerista) dirigente oficialista se sienta frente al teclado de su computadora, o toma su celular con Internet, le baja su aplicación de Twitter y escribe: Los trabajadores que se adhieren al paro de la CGT moyanista son todos putos. O escribe: Ustedes que adhieren al paro son unos boludos. No ven que los usan. Si se dejan presionar por sus sindicatos son unos forros. Jodansé.

Me tenté. No me pueden decir nada. La realidad me da letra todos los días viejo! Va otra. Canal 7 y el staff de 678 realizan una denuncia penal contra periodistas de otros medios de comunicación que los critican. En el texto de la denuncia señalan que todos aquellos que hablen, escriban u opinen en contra del programa de televisión o el gobierno kirchnerista son propagadores de las ideas de sus superiores y que con sus expresiones cometen el delito de incitación a la violencia.

A qué viene todo esto podrán preguntarse con lógica. A que todas estas situaciones las vimos. Las vivimos la noche del 8N. Las leímos en las cuentas de Twitter y en declaraciones de dirigentes sindicales la última semana. Nos enteramos de la denuncia contra periodistas el fin de semana. Sucedieron. Pero en sentido inverso. Fueron dirigidas exclusivamente hacia sectores ligados o afines al gobierno. Se han leído, escrito y dicho toda clase de insultos contra el kirchnerismo. Y no han tenido la repercusión que, por citar un caso, tuvo la expresión de Larroque hacia los dirigentes socialistas cuando dijo que conocía al socialismo utópico, al socialismo científico pero que era una novedad el narcosocialismo. ¡Qué no dijeron por esa expresión! ¡Cuánto se indignó tanta gente proba de nuestra bendita república!

Todo lo expuesto me lleva a una conclusión: El agravio aceptado es unidireccional. Sólo es válido si es contra el kirchnerismo. En ese caso está debidamente justificado y es entendible. Tiene sus causas. El kirchnerismo divide a la sociedad y entonces está genial que se lo putee en todos los idiomas. Lo grave es que no se trata de chicanas propias de un ámbito como el Parlamento en medio del fragor de la disputa política. Hay agravios que son deliberados, que no tienen límites, que lo que buscan es horadar a un gobierno constitucional y a todo lo que huela a kirchnerismo. Si sos kirchnerista podés ser puteado y no respondas porque la puteada te la tenés bien merecida. Ese es el mensaje.

Por eso se lo puede tildar de autoritario, de dictatorial en medio de una marcha multitudinaria en la cual se agravia de todas las maneras posibles. Por eso se puede intentar paralizar el país cortando los accesos de ingreso a la ciudad y decir que el gobierno es agresivo. Son válidos los reclamos pero resulta insólito que se victimicen aduciendo que el gobierno no los escucha o no los deja hablar. Claro que los escucha. Claro que toma nota. Por eso evita los roces y se traga los sapos que se traga.

Paciencia. Va a haber mucho de ésto en los próximos tiempos. La similitud con operaciones desgastantes como la de 2008 o la crisis del Indoamericano son evidentes. Van midiendo. Probando hasta donde se puede. Y si prende ver qué pasa. Si pasa pasa. No termina el agite el 7D. Van a seguir. Por momentos recuperarán la iniciativa política. Porque hacen política aunque digan que no la hacen. Aunque se escuden en reclamos parciales o en el periodismo independiente. Sin duda la hacen y está perfecto que la hagan pero sería interesante que se hagan cargo de ello. Ya va siendo hora de que lo hagan. De todos modos me parece que no hay que obsesionarse con Clarín, ni con Moyano ni con el 8N famoso. No hay que ser ingenuos. Los intereses que hay en juego son muchos. Y las maneras de operar se van mostrando de lo más diversas: Prefectura, Gendarmería, caceroleros, paro de la CGT opositora, fondos buitres, denuncia a periodistas afines al gobierno. Van a apelar a lo que sea para generar sensación de caos. Porque no están acostumbrados a que les impongan condiciones o intenten hacerlo, tampoco a cumplir reglas. Porque las reglas históricamente las ponen ellos, los poderosos de siempre y van a tomar lo que sea de la realidad para llevar agua para su molino. Allí radica la habilidad del poder. Hacer creer que sus intereses particulares son los intereses de todos. Invisibilizar su poder.

No se pretende victimizar al kirchnerismo desde este blog. El gobierno (nosotros, me hago cargo porque me siento representado) no es un monje tibetano. Es un gobierno que pretende ejercer el poder que le confirieron las urnas. Los votos como expresión de la voluntad popular. Y más allá de sus errores lo intenta. Pero muchas veces se le hace cuesta arriba. Hace 3 años se votó en el Congreso, con amplia discusión en foros por todo el país, la ley de medios. No puede terminar de aplicarse. 3 años. Casi un período presidencial. ¡El 75% de un período presidencial! No sé si tomamos real dimensión de lo que significa. Y nos dicen que el gobierno es sinónimo de poder omnímodo. Que es autoritario el gobierno. Que hay que ir con el más débil. Es Clarín nos dicen. Y les tenemos que creer porque son independientes. Hay que tener paciencia. Un proceso nacional, popular y democrático se hace cada día. Con paciencia. De golpe no podemos ni queremos. De golpe solo pueden ellos. Nosotros debemos construir cada día. Con esfuerzo, sin caer en provocaciones. Y con mucha paciencia.

2 comentarios:

  1. Excelente Nene, me encanto esta frase y me la llevo: "Un proceso nacional, popular y democrático se hace cada día. Con paciencia. De golpe no podemos ni queremos. De golpe solo pueden ellos.

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  2. Todo lo que enunciás es cierto y está totalmente claro para los que defendemos a este modelo. Por el contrario, es motivo de alarma y de ánimo de revancha para los que han manejado la democracia, la institucionalidad y la justicia para su exclusivo grupo. Ese grupo que casi siempre detentó (Detentar: Retener y ejercer ILEGÍTIMAMENTE algún poder o cargo público.) el verdadero poderío, aunque jamás fue votado explícitamente.

    Se puede dialogar y discutir cuando hay poder para establecer acuerdos y condiciones y no cuando el sempiterno imperio económico dueño-de-todo fija las únicas reglas del juego, ése en el cual siempre ganaron los mismos.

    Aquel tímido inicio con un tibio 22% de 2003 se transformó en un masivo apoyo de más del 54% en 2011 ya transcurrida una dificil prueba de 8 años. Este gobierno nuestro TIENE AHORA CIERTO PODER. Está representando los deseos de más de la mitad de los que votaron, aunque aún hay una enorme tarea por realizar.

    Y la prueba de que nuestro gobierno POR FIN cuenta con una cuota de poder la constituye las actitudes soberbias, desdeñosas al principio y desorbitadas y fuera de quicio actualmente del eterno poder al cual - otra vez y después de casi 50 años - un modelo nacional y popular le impuso límites legítimos y legales dentro de un sistema democrático.

    La multitud abstracta, muchos de cuyos integrantes se preocupan sólo por su ombligo, también comenzó a tomar nota de que debe participar. Lamentablemente en un segmento importante aún sigue primando un inocultable odio. Pero, si tanto claman por la libertad, la democracia y la calidad institucional, es hora de que asuman que el único camino para conseguir sus exclusivos anhelos es mediante alguna representación política y no mediante la embozada influencia aplastante de medios oligopólicos. Si esa representación NO EXISTE ó NO APARECE, será su cometido CREARLA: Una DERECHA organizada, NO GOLPISTA, que obedezca los mandatos de la democracia.

    Ahora, hablando con total sinceridad y apoyado en mi experiencia de vida, no creo que una derecha así exista aunque los cambios que sobrevendrán seguirán alborotando su avispero.

    ¡Faltan 9 días para el 7 de Diciembre!

    Saludos
    Tilo, 71 años

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