La foto que acompaña el
presente post es pasible de ser sometida a las más alocadas interpretaciones
que cualquier cabeza pueda imaginar y como toda interpretación está cargada de
pasiones, subjetividades, intereses políticos, deseos y demás sentimientos tan
profundamente humanos.
Aquí va la mía. En cuanto me
llegó la foto, el gesto de ambos, me condujo a la frase con la que encabecé el
post. Me causó gracia el gesto, la interpretación inmediata y antojadiza que me
generó. Antes de seguir confieso que al primer vistazo me pareció ver a
Sanfilippo y pensé tuitear: Hay que filtrarle las visitas al Papa. Primero Luis
Ventura, ahora el Nene Sanfilippo. Cuando me di cuenta que era el Zabeca
de Banfield la secuencia me llevó a tuitear: Los 2 están pensando lo mismo: "mirá el muñeco que tengo al lado". El gesto denota la connotación que le da cada uno.
Tranquilamente pueden
elucubrarse todo tipo de interpretaciones pero el gesto de alegría de Duhalde
contrasta notoriamente con el gesto adusto, medio tenso, casi una mueca que
expresa el Papa. En este último tiempo se han visto fotos de Francisco con
medio mundo y pocas con un rictus serio y que no lo muestren con un gesto
descontracturado como el que cultiva el Papa desde el inicio de su mandato. ¿Se
dice mandato? ¿Reinado? Mejor digo Papado.
Toda acción
humana es subjetiva más allá del hecho objetivo que la dispara así que di
rienda suelta a mi subjetividad y me imaginé el tono que cada uno de los
protagonistas de la foto le dio al encuentro. Duhalde con tono alegre,
orgulloso: ¡qué
groso soy! Mirá el muñeco que tengo al lado. Y Francisco con una
entonación diferente de la misma frase: La puta madre. ¡Qué garronazo! Todo por ser Papa y tener que
recibir a todos. Mirá el muñeco que tengo al lado.
La subjetividad
a la hora de analizar lo que nos pasa y lo que nos rodea está presente todo el
tiempo en nuestras acciones, en nuestras decisiones y en nuestras maneras de
interpretar la realidad. Ya decía Perón en el Manual de Conducción Política: “este análisis ha de realizarse como una operación
libre y natural de la inteligencia con su acción perceptiva y objetiva y con su
conclusión subjetiva del fenómeno, que cada uno lo aprecia de acuerdo con su
capacidad, su erudición y su intuición…” #PonelePerónATodo
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