La alegría que
vivimos esta semana no nos la saca nadie…qué alegría ver tan feliz a la vieja,
esta vez una alegría enteramente suya. Y no porque no se alegrara y no viviera
con intensidad la recuperación de los 113 nietos anteriores sino porque este
tenía otra connotación, más personal, íntima, era su sangre, parte de su hija.
Era EL nieto, el
nieto símbolo, el nieto que, íntimamente, siempre pensé que nunca iba a ser
encontrado como una suerte de paradoja maldita, como un mal trago que
reflejaría eternamente la tragedia y el dolor que vivimos. LA abuela que
encontraba los nietos de las demás abuelas parecía que nunca iba a encontrar al
suyo. Afortunadamente no fue así, su lucha, su esperanza, su fe, su optimismo,
la vida misma impidieron que tamaña injusticia quedara impresa en nuestra
historia como un estigma indeleble.
Era la alegría de
nuestra abuela política, la abuela de todos, nuestra mamá política ya sabemos
quién es, no? Al menos para buena parte de los treintañeros es así, lo vivimos
así. En su lucha (la de las Abuelas, la de las Madres) nos nutrimos, bebimos de
ellas en los años desérticos de nuestra adolescencia política, en los años en
los que creer en alguien o en algo era más que una utopía, era una misión
imposible. Por eso también nos ponemos tan contentos, nos sentimos tan plenos, este
sí que era un Mundial que jamás pensamos que íbamos a ganar…
Generó de todo el
encuentro de Estela y Guido. De lo bueno (la mayor parte de las repercusiones)
y de lo malo. Y por qué no hablar un poco de todo…si nos encanta el kilombo, el
kilombo nos caracteriza, o ¿no somos peronistas acaso? Los días más kilomberos
siempre fueron peronistas…
Se ha escuchado de
todo en estos días. Especialmente he escuchado mucho sobre el tema de la
presunta partidización del tema de los derechos humanos. En principio me parece
que es imposible no partidizar, en realidad no politizar este tema. Es
eminentemente un tema político. A la hija de Estela no la mataron porque no les
gustaba su cara. La mataron por una cuestión política. ¿Cómo pueden pretender
que no se politice el tema de los derechos humanos?, ¿nos quieren hacer creer
que es un tema de OeNeGés?, ¿estamos discutiendo sobre la vida de los delfines?,
¿somos Greenpeace? Incluso esos temas son políticos así que no sean hipócritas…
En la conferencia de
prensa lo dijo Estela. Yo era una mujer
de lucha pero no de esta lucha. Esta lucha es la lucha política,
defendiendo lo que defendió su hija, luchando por la Justicia para su hija,
para los compañeros de su hija y para los hijos apropiados por la dictadura,
los hijos robados a las víctimas de esa dictadura genocida. Ella sabe donde
está parada y porque le pegan como le pegan. Porque hace política y se hace
cargo. Y defiende al Gobierno que hizo de SU lucha una política de Estado. Y lo
dice con todas las letras cuando se refiere al gobierno que trabaja sobre los derechos humanos de ayer y los de hoy
que son vivienda, salud, educación. No es menor que lo haya dicho en el
momento que lo dijo, un momento único, soñado en su vida, un momento en el cual
si no decía nada nadie se hubiera atrevido a decirle ni mu. Era SU momento, el
momento que esperó durante 36 años y que parecía que nunca se iba a producir.
Dicen que nosotros
politizamos los derechos humanos cuando en realidad, en esta oportunidad,
fueron ellos. Claramente fueron ellos. Cuando digo ellos me refiero a los que
se paran sistemáticamente en la vereda de enfrente de todo lo que plantee el
Gobierno y cuando digo todo es todo. Enseguida salieron a gritar que Alfonsín y
el juicio a la Junta, que la lucha por los derechos humanos es previa a la
llegada de los Kirchner al poder y bla bla bla. Lo tenemos claro eso. Pero en
esta ocasión no necesitamos decir nada. La realidad habla por sí sola. No
necesitamos partidizar la cuestión. Sabemos dónde estamos parados y está
clarísimo lo que este Gobierno hizo por el tema de los derechos humanos, por
saldar una deuda histórica de la democracia argentina, por cicatrizar heridas
que estaban abiertas, en carne viva estaban por la falta de justicia.
Divino el juicio a
las Juntas, ¿quién puede negarlo? Tampoco podemos negar la Obediencia Debida,
el Punto Final y la Teoría de los dos demonios. Entendemos contextos, peligros
y la mar en coche. Entendemos todo pero los hechos hablan. Genial la reparación
económica, el descabezamiento del Partido Militar en los ‘90. Todo entendemos
pero no nos olvidamos de los indultos. La única verdad es la realidad decía un
tipo que se llamaba Juan Perón. Que sigan buscándole el pelo al huevo a la
política de Estado llevada adelante por el kirchnerismo no es otra cosa que
intentar ensuciar una cuestión casi indiscutible. Te tiran con Schocklender
para ensuciar a Hebe, con Milani para darle a Cristina, con el asunto de los
hijos de la Noble para pegarle a Estela…no hay caso chicos, las balas (dialécticas)
en este asunto pasan de largo.
Un tema con el que le
suelen pegar a los organismos de DDHH es con el tema de los recursos, de la
guita para hablar lisa y llanamente, sin eufemismos, no necesitamos esconder
nada. Los vuelve locos el tema de la plata del Estado destinada a determinadas
situaciones, no les preocupa cuando va a los que tienen guita, al campo, a la
industria, a los medios. No. Solo les jode cuando va a los sectores a los que
debe ir, a los negros, a los pobres, a los derechos humanos. Ahí les jode.
Enseguida te tiran con Belgrano pagándole con el reloj a su médico en el lecho
de muerte. La honestidad. El “honestismo” en realidad citando al amigo
Caparrós, abanderado de la “apropiación” K de los derechos humanos. Así lo
quieren a Belgrano, a San Martín, a todos nuestros héroes. Pobres, derrotados,
sin recursos, desterrados. Bien que no les copaba a los sectores dominantes el
Belgrano que hablaba del monarca Inca y del desarrollo de la industria ni el
San Martín que pedía guita a Buenos Aires para las guerras de Independencia.
Pedían guita. Obvio. ¿Cómo se supone que se iban a liberar de los españoles?,
¿con diálogo y consenso? Dejensé de joder.
Relacionado con el
tema de los recursos va el tema de la apropiación de los derechos humanos por
parte de los Kirchner. En primer lugar debe deducirse que los organismos de
DDHH que batallaron durante 30 años son unos reverendos pelotudos manejables
que se venden al mejor postor por unos mangos. Divina Estela cuando respondió
el otro día “Yo lo coopté a Néstor”.
Ella estuvo parada siempre en el mismo lugar. Fue el Estado Argentino el que se
paró en otro lugar, el que dejó de fomentar el olvido del genocidio que vivimos
en la Argentina, el que se hizo cargo, el que se puso a la cabeza de una lucha
que es de todos, el que intentó con buenas y con malas saldar una deuda
impostergable para realmente poder mirar para adelante sin cuestiones
pendientes, sin rencores, sin venganza, atenuando, en parte, el dolor mediante
la aplicación de la Justicia. Ni más ni menos que eso.
Y enseguida te tiran
que Néstor lo hizo porque le convenía, que las Madres, las Abuelas y su lucha y
su búsqueda ya eran reconocidas previamente y toda esa sanata. Geniales son. ¿Cuántos
votos le trajo al kirchnerismo meterse de lleno en el tema DDHH?, ¿cuántos
dolores de cabeza y enemigos se ganó? El tema de la “conveniencia política” es
muy cómico. A Perón le decían que le daba a los pobres porque le convenía y no
porque creyera en que hacerlo era justo. Joya. Ponele que es verdad. ¿Creen que
a los favorecidos por las políticas peronistas les preocupa eso? Si el único
que les dio algo fue Perón. Y Evita obvio.
Volvamos al
reconocimiento a la lucha de las Abuelas y las Madres. Es previo a los K dicen.
Espectacular el tema del reconocimiento. Era el reconocimiento que les quise
expresar con el ejemplo del reloj de Belgrano. Estoy medio caótico. Me sale así
hoy y no me pienso organizar. Hoy no. Mucho reconocimiento pero a las viejas
les tiraban los caballos en la plaza de Mayo en el 2001. En el 2001, no hace
tanto, no estoy hablando de plena dictadura ni de 30 años atrás y no salían
millones a defenderlas. Obvio que se las defendió pero no fueron tantos eh. Hay
que hacerse cargo, los que hoy hablan de apropiación y de reconocimiento no
fueron a poner el cuerpito ese día para defenderlas. Defenderlas es también
generar una política de Estado alrededor de esa lucha, reivindicarlas cada día,
darles recursos para que puedan desarrollar la búsqueda que derivó en el
encuentro de Guido y Estela. Eso es reconocimiento y no decir que lindo lo que
hacen y después mirar para otro lado y si rompen las pelotas les tiro los caballos
o les clavo un Indulto o una Obediencia Debida y un Punto Final.
El reconocimiento
debe expresarse en hechos concretos, con la declamación no hacemos nada. Muy
lindo todo pero si no lo llevás adelante de manera sistemática y consecuente no
vamos a ningún lado. Y el reconocimiento que se ganaron los organismos de DDHH
con su lucha constante, perseverante a través de los años se volvió sentido
común de tanto machacar, de tanto laburo y tanta pelea, pese a todo se volvió
sentido común, parece natural hoy, parece que siempre fue así. No fue siempre
así y como ya dijimos no fue hace tanto que eran maltratadas y ninguneadas las
viejas. Hoy es política de Estado el tema, hoy es una lucha y un triunfo de
todos.
(…)
nuestros adversarios, si quieren actuar, tendrán que tomar los mismos objetivos
nuestros. Nadie puede ir ya en este pueblo contra la Justicia Social, contra la
Independencia Económica y la Soberanía Política. Y si van peor para ellos. (…) banderas
irremplazables contra las cuales ni los adversarios pueden luchar.
Perón. Conducción Política. Hoy se suma otra bandera. La de los derechos
humanos. Y contra esa bandera tampoco van a poder luchar. Y no me refiero a esa
lógica que dice que el kirchnerismo es peronismo con derechos humanos. No. No
hay derechos humanos más legítimos que los que se reparan con la justicia
social, así que la bandera de la Memoria, la Verdad y la Justicia se entronca
con la historia que siempre caracterizó al peronismo histórico, el que
contempla los derechos de todos.
Sólo en este tiempo
se pudo haber recuperado a Ignacio Guido, en ningún otro, es un tiempo
maravilloso, mágico, único. Los que no vivimos el peronismo de Perón y Evita
podemos decir que hoy lo estamos viviendo. Es nuestro tiempo. Un tiempo de
recuperación, de reparación, de alegría. Hoy más que nunca tiene sentido la
frase El amor vence al odio. Hola Abu.
Para descomprimir un
poquito…leí por ahí un tuit brillante, plagado de ingenio…Mascherano se saca una foto con las Abuelas y te recupera al nieto de
Estela.
Gracias Estela.
Felicidades!
Excelente texto. De las mejores reflexiones sobre este tema que he leído. A los desaprensivos y ególatras desmoralizados, sólo dirigirles la palabra para decirles que no se los necesita, que saquen sortija para alguna otra vuelta.
ResponderEliminarÉste ha sido y aún es nuestro tiempo. Tiempo dificultoso, embrollado, hasta a veces imperfecto y muy irregular, pero que vale la pena defender.