sábado, 27 de octubre de 2012

#néstorviveenelpueblo


Qué escribir que no se haya escrito ya? Qué decir que no se haya dicho? Cómo no caer en lugares comunes o en palabras repetidas que terminan quedando vacías de contenido? Es necesario correrse de ese lugar? Por qué no incurrir decididamente en lo ya dicho? Por qué no hacerlo? Por qué pretenderse original? Por qué no me dejo de hacer preguntas y voy al grano? Allá vamos... 
Se puede escribir mucho sobre lo que hiciste. Demasiado. No podemos olvidarlo. Claro que no. No queremos hacerlo. No vamos a hacerlo. Tampoco caben dudas que el país que dejaste fue mejor que el que tomaste en medio del incendio, del infierno como te gustaba decir. No es necesario abundar sobre a quienes irritaste con lo que hiciste. Basta con leerlos hoy para saber que seguirte es estar parado en la vereda correcta. 
Pero, hoy, a 2 años de aquel día, de ese día triste que pintaba para fiesta y terminó en lágrimas quiero reflexionar sobre algunas cuestiones. Nos enseñaste muchas cosas. Aprendimos de política con vos. De qué se trata la política, qué intereses se juegan, cómo se manejan los hilos del poder, del poder real. Nos diste una clase de peronismo magistral por más que nosotros no tengamos el peronómetro. Nunca lo tenemos. Nunca lo tuvimos. Pero podemos exhibir la realidad. La realidad efectiva como dice la marchita. Desde ese lugar nos enseñaste de peronismo. No desde el posibilismo conformista sino desde la política real. Hay cosas que se pueden hacer, hay cosas que se quieren hacer y no existen los planes rígidos, perfectos para hacer la revolución. Para transformar la realidad no hay guías, no hay un master plan que uno expresa el día 1 de gobierno y lo aplica y fin del cuento. No existe tal cosa. La Historia no se escribe así. Se construye todos los días. Midiendo la correlación de fuerzas, sabiendo los intereses que se tocan, teniendo claro que los planteos más chocantes son los que irritan al poder. Es sencillo gobernar lisa y llanamente para los que más tienen. Muchos lo hicieron. Nadie los recuerda ya. 
Y acá voy llegando al punto nodal de lo que quería plantear. Ya sabemos que te recordamos y porque te recordamos. Cómo olvidarnos de los cuadros, de los millones de puestos de trabajo, del día que le gritaste en la cara a un montón de militares "no les tenemos miedo" (hay realmente que tener pelotas para hacerlo), del discurso de asunción "soy parte de una generación diezmada...vengo a proponerles un sueño...no pienso dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada", de las peleas memorables con tantos, de tu carácter provocador, tanto, tanto. Estos 10 años parece que fueron 50 de tanto vértigo, de tanta densidad histórica, de tanta discusión política, de tanta pasión. Voy llegando al punto.  
Creo haber explicitado las razones por las que se te recuerda. Las concretas. La realidad efectiva. Y me quedé corto. De todos modos hoy abundarán los balances histórico políticos. El desarrollo de este texto apunta a lo simbólico, a lo intangible, a lo que generaste en personas de todas las edades. Al final la transversalidad terminó siendo intergeneracional más que político partidaria. Paradojas del kirchnerismo. Considero que lo que más irrita, crispa (otra paradoja: ahora los crispados son ellos), molesta a quienes te odian, a quienes nos odian es lo simbólico, lo que no se puede tocar pero es palpable igualmente. Ellos, el poder, saben que lo concreto, lo tangible, la realidad efectiva en algún momento puede ser revertida, modificada. El problema de fondo es lo simbólico, lo afectivo. Con eso saben que no pueden. Es más difícil de revertir. Lo vienen intentando con Evita principalmente y también con Perón desde hace añares y no hay caso. No lo consiguen. Para quienes te odian realmente estás #insoportablementevivo. Maravilloso hashtag. Provocador. Como vos. Ahora bien, a qué me refiero con lo intangible de tu legado? A qué me refiero con lo que no se puede tocar? 
Por un lado nos enseñaste que en política lo que cuenta es el trazo grueso. Todo bien con la sintonía fina y buenísimo que se vaya por ahí. Genial. Pero lo que marca la esencia de cada uno es el trazo grueso. Es casi existencial el planteo. Soy el sri sri! En serio. Aprendimos en estos años que la vida no es perfecta. Que la realidad ideal no existe, porqué habría de serlo la política? 
La construcción de un proyecto se hace todos los días, con idas y vueltas, triunfos y derrotas, virtudes y flaquezas. Como el peronismo, como la vida misma. Si andás con ganas de contarle las costillas a los demás podés hacerlo. Defectos y miserias hay en todos lados. El punto es trabajar para corregirlas y no estar señalando lo malo sin proponer nada. 
Ligado a ésto otra cuestión. Cuando murió Néstor, Lula dijo: "le devolvió la autoestima al pueblo argentino". La verdad en ese momento no me pareció la gran cosa esa frase. Ahora la veo desde otro lado y cuánta razón tenía Lula. Por algo es Lula y yo estoy acá escribiendo ésto. Es fundamental. Pero no la autoestima boba al estilo manual de autoayuda. No. Una autoestima que se plantea desde un lugar de igualdad. No somos los mejores del mundo pero ojito que tampoco somos los peores. Lo pueden ver en la riña de Cris con la papafrita del FMI. Estamos peleándola. Sin el planteo vacuo de otros tiempos, del "somos los más capos" y después terminamos siempre con el culo mirando al norte. Se trata de tener y tenerse confianza. 
Nos vamos acercando al final. A la esencia de lo que considero que es tu mayor legado, el que más molesta, el más kirchnerista de todos tus legados, por lo molesto, por lo irritante para muchos, por lo peronista que es como concepto y ahí se rompen todos los peronómetros. Aunque no les guste sos peronista. Más peronista que todos los que se dicen peronistas.
El legado es la fe. Pero no desde un punto de vista religioso obviamente. La fe como voluntad. Como voluntad de cambio. Como creencia de que las cosas pueden cambiar si todos nos metemos, si metemos un poquito los pies en el barro. Si no nos quedamos en la cómoda de patalear porque las cosas no son perfectas y entonces me bajo y me quedo solo puteando sin cambiar nada. Con vos recuperamos la fe. Como tantas otras cosas que recuperamos. La fe en la política como instrumento de cambio. En la militancia como espacio de transformación y de interacción con el pueblo. (Hay un boludo, el más boludo de todos, el que se cree el más vivo de todos que dice "militontos". Ya saben de quien hablo. Es el mismo discurso que decía que la generación del 70 era ingenua y en un punto terminaba justificando que bien muerta estaba. Muertos por boludos. Ahora me pregunto: sos Portal, boludo? Militontos? Te falta decir mboheio y listo). 
Volvimos a creer con vos. Dejamos de ser unos escépticos irredentos. Desde ese lugar nada se puede construir. Solo amargura. Y derrota. Y eso es lo que más les molesta. Que creamos. Creer como sinónimo de confianza. Y crear. Crear un futuro. Un futuro mejor. Para todos. Gracias Néstor. Por eso hoy podemos decir que #néstorviveenelpueblo y que está (para ellos, para su rabia) #insoportablementevivo