jueves, 26 de diciembre de 2013

La navidad es de Perón

De regreso al blog. Toda vuelta que se precie de tal debe contener un componente polémico que llame la atención. Un regreso debe valer la pena, caso contrario para que regresar, volver al pedo no. Tenemos muchos casos que demuestran que volver por el simple hecho de volver carece por completo de sentido, no es necesario abundar en ejemplos.

En este caso el objetivo del regreso tiene que ver con la reciente celebración de Navidad, una época plagada de apuros, corridas y locura consumista cuyo personaje principal es Papá Noel (siempre y cuando no haya habido saqueosAHNOPARAMALAMIA, digo siempre y cuando no hayan caído 5 presidentes en una semana, mal que mal la venimos zafando). Se han tejido miles de historias muy tiernas sobre el querido gordo navideño. Hoy venimos a bardearlo, a tejer teorías conspirativas, a agitar un poco el parche para terminar el año, año complicado, ardoroso, peliagudo y demás adjetivos poco copados.

Ahí les van…

Papá Noel no es de fiar. Nadie, por mejor corazón que tenga le hace regalos a chicos que no conoce. Algo oscuro se trae.

Si le regalás juguetes a pibes que no conocés sos un Grassi en potencia. A mi no me jodés Papá Noel.

Papá Noel debe ser un zoofílico reprimido y por eso anda todo el día con los renos de acá para allá. Y encima uno de los renos se llama Rodolfo, nombre rudo y fiestero si los hay.

Si sos tan bueno traé faso de contrabando Papà Noel.

Si la noche de Navidad no te trajo nada pulenta pulenta tomate el Sarmiento hasta Groenlandia y le hacele un cacerolazo en la puerta del iglú.

Se viste de rojo y usa enorme barba blanca. Si no es marxista le pega en el palo.

Si no es marxista (lo cual es claramente una posibilidad más allá de su soviética vestimenta y su origen del frío europeo) es un agente del capitalismo. No te podés poner el nombre de una marca. Papá Noel careta amigo de Coca Cola.

Papá Noel se la come. Los Reyes Magos se la dan. Los Reyes tienen otra onda, el negro Baltasar seguro es un peroncho conurbano. Le pone otra onda al asunto, aparte van a pata no como el bacán de Papá Noel que viaja echando panza en trineo.

¿Papá Noel o Santa Claus? Hacete cargo y salí del placard de una buena vez maestro.

Para ponerte ese traje con este calor alguna fafafa tenés que tomar. No la careteés más Papá Noel. Así como el Diego dijo que San Martín tomaba de la buena para cruzar los Andes estaríamos en condiciones de afirmar que el gordito rojo toma para recorrer el mundo dando regalos. Antidoping para él y sus renos. A Diegote por mucho menos lo sacaron del Mundial.

Si Papá Noel al menos viniera vestido con shortcito y musculosa con la cara de Santana creería que es un sobreviviente de Woodstock. Un hippie inmaduro.

El que engaña a los niños no tiene perdón. Papá Noel traidor saludos a Vandor.

Papá Noel es un invento del peronismo para estimular el mercado interno y el consumo. Otro logro del movimiento nacional más grande del mundo.


Picatelás Papá Noel. El único Papá Noel que vale es Perón. La navidad es de Perón.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Cristina volvió

Y un día las Cristifrases regresaron con todo...después del susto, de la operación de la bocha, de los agoreros de siempre, de los cuervos (no me refiero a hinchas de San Lorenzo, hablo de los cuervos entendidos en el peor de los sentidos, me refiero a los carroñeros que no tienen más que desear la muerte ajena desnudando toda su impotencia, a eso me refiero con el término cuervos), después de todo volvió y volvió con todo un 18 de noviembre.

Acá van algunas de ellas, Cristina cada día la diegotea más con sus frases...en cualquier momento recrea el tan legendario "le tomaron la leche al gato"...

"La capocha es la capocha como decía mi abuelo" en referencia inocultable al cagazo padre que se debe haber pegado cuando le dijeron que se tenía que operar de la cabeza. ¿No era que del tema no se hablaba? ¿No era que el ocultamiento era parte de la estrategia comunicacional de Cristina?

"Me está filmando Florencia. Por algo es cineasssta"(remarcando la ese como cuando alguien jode con que "fulanito es artisssta"). Orgullosa Cris de su hija cineassta.

"Con el pelo no Simón (el perrito chavista que nos presentó el lunes) que rompemos relaciones diplomáticas con Venezuela". Por un lado no puede más de coqueta y glamorosa, no jodas perrito, me tocás las mechas y se pudre todo. Sabelo. Por otra parte no existe manera que la tipa no piense todo en términos político-institucionales. No puede más de transpirar política y glamour la Jefa.

"No Simón que después dicen que los chavistas son malos." Dale Simón, no rompas más los huevos que siempre terminamos siendo los malos de la película viejo...

"Simón a dormir y yo a trabajar. A ponerme al frente. Con voluntad." Listo, ya está en acción de vuelta, con las pilas recargadas, kirchnerismo al palo como siempre. Pero sin pasarse de rosca que no queremos más mártires, estamos? 

Metió un toquecito histórico mencionando Carabobo, qué orgullo una presidenta que se remita a la historia latinoamericana para entender nuestro singular presente regional y proyectarnos hacia el futuro, un clásico de esta década claramente.

Otro punto: la camisa blanca. Rompió con el luto completo, resulta grato verla con colores diferentes después de tanto tiempo, resulta agradable que le haya regalado un título que Clarín no se animó a poner: Apenas 3 años de luto. Tanto no lo quería a Néstor. Arrugaron, redoblen la apuesta muchachos, al final no van a ser la revista Barcelona en versión destituyente. Flojos ahí los compañeros Kirschbaum y compañía. Todo un símbolo el cambio de atuendo. Al ratito nomás se vinieron los cambios en el gabinete. Activa se mostró, viva, tomando nota de la realidad política. Como siempre.

Algunas Cristifrases de la tarde de la jura de ministros, de la tarde en la que Cristina otra vez le habló cara a cara a su pueblo.

Como exultante estrella de rock Cristina cazó el micrófono y largó "Cuánto los extrañé!" y estalló la platea. Leí en Twitter esta frase y me pareció una figura muy gráfica.

En un tramo de su discurso habló sobre Michelle Bachelet (y como buena peronista que es-más allá de la amistad genuina que pueda tener con la chilena- la abrazó fuerte subiéndose al resonante triunfo de la Michelle). Se refirió a un titular de diario que (creo) era crítico de Camila Vallejo, la estudiante chilena que saltó a la fama hace algunos años por su lucha frente al gobierno de Piñera. "De rebelde a diputada decía el título del diario. ¿Ven la crítica? ¿Qué la querían? ¿Tirando tiros para que tengan la excusa de volver a matar jóvenes? Nunca más. Eso sí que nunca más" (la platea juvenil explotó). 

Y siguió por ese camino al decir "Enamoramos a muchísimos jóvenes en estos años. En los sindicatos, (bien ahí incluyendo al movimiento obrero, al cual, en muchas ocasiones, no se le reconoce su militancia política) en las organizaciones juveniles y sociales."

Cerró a toda orquesta, instando a que sigamos en la lucha (que es cruel y es mucha como dice el tango) "A seguir trabajando. Los quiero mucho. Viva la patrea. No nos dejemos robar la vida y las ilusiones de tener una vida mejor."

Y se fue. Emocionada. Emocionándonos. 



lunes, 28 de octubre de 2013

Néstor. 3 años.

3 años, ya pasaron 3 años desde que Néstor, el que vino a proponernos un sueño se nos fue. Es cierto que cantamos que no se fue, que vive en el corazón y que vive en cada chico que cobra la Asignación. Pero también es cierto que su presencia físico-política la extrañamos mucho. Y su ausencia se nota mucho más en momentos políticos complicados como los que se avecinan.

De todos modos con él, que se asumió como parte de una generación diezmada, también vivimos situaciones muy duras. Cómo olvidar su cara, su gesto, ese gesto demacrado, cansado que nos mostró la noche de la derrota con el colorado De Narváez (la ex gran esperanza blanca del establishment). Esa noche se empezó a morir un poco Néstor, esa noche lo noté por primera vez frágil, física y políticamente. Daban ganas de abrazarlo esa noche, de decirle “no pasa nada, no te calentés flaco, ésta la vamos a dar vuelta” aunque esa noche no creyéramos ni un poquito que íbamos a dar vuelta nada, aunque esa noche pensáramos que se nos venía la noche mal porque habíamos perdido el control del Congreso y porque veníamos del pijazo de la 125. En realidad daban ganas de decirle que no pasa nada para que él nos dijera “más vale que no pasa nada pelotudo, ¿vos te pensás que llegué hasta acá para apichonarme porque perdí una elección?, no vengas a romper las pelotas con lamentos pelotudos y ponete a laburar para darla vuelta porque si no éstos nos van a comer crudos. Disfrutá del quilombito que se viene. Va a arde Troya acá. Ésto es el peronismo papá. Esto es lo más lindo del peronismo, ahora empieza la rosca en serio, las peleas, las transas, las traiciones, los reacomodamientos internos. Yo sé que nos van a querer marcar la cancha, que nos van a rodear la manzana, que ya se están probando nuestras pilchas porque dan por hecho que estamos muertos. Estamos muertos si nos quedamos lloriqueando por que nos rompieron el ojete. ¿Sabés las veces que estuve en minoría? Todas las veces que se te ocurra estuve en minoría, siempre la remé desde atrás, ¿o porque te pensás que arreglé con el cabezón? Porque yo era minoría pero sobre todo porque soy peronista. ¿O no decía Perón que si vamos con los buenos solos no llegamos a ningún lado? ¿O no decía que las casas también se hacen con bosta? Dale, que me venís a consolar, ¿sabés las veces que estuvimos en medio del río con agua al cuello? Miles, sin embargo salimos a flote, éste es el momento más lindo de la política como la entendemos los peronistas a ver si lo entendés de una vez, es el momento en el que hay que demostrar quién es más pillo, quién es más político, quién es más peronista a fin de cuentas. No digo que no puedan pasarnos por arriba pero no te creas que se la vamos a hacer fácil. Hoy nos ganaron pero ahora viene lo más difícil para el que ganó, ahora tiene que contruir (no está mal escrito, así lo decía Nestor, contruir no construir, se le iba esa s del medio, no sé si porque la pronunciaba como ese o por cierto tono de provincia, me inclino por la segunda opción), ganar gana cualquiera, el asunto es cómo lo sostenés después, no alcanza con slogans de campaña o lanzar frases vacías al viento. Eso sirve para ganar una elección. Una vez que ganás las elecciones tenés que demostrarle a los aliados circunstanciales que te hicieron ganar la elección que realmente sos capaz de sostener un proyecto en serio. Me vienen con esa boludez de que te acompañan al cementerio pero después no entra nadie. Primero es una boludez tan obvia que ni vale la pena pensarla, más vale, nadie se suicida políticamente, salvo que seas radical claro. Cuando ganás nadie te garantiza apoyos eternos, ¿sabés por qué? Porque no ganás solo, nadie gana solo, te van midiendo los que te acompañan, los que te hacen ganar la elección, te dan la mano a ver que hacés y ahí es dónde tenés que mostrar un proyecto, convicciones, pelotas para sostenerlo aunque vengan degollando, si ven que sos un flancito político te sacan la escalera a la primera de cambio y a los 2 años, a los 4 si querés no pasás de ser una anécdota electoral, un pedo en una canasta…yo sé que algunos se creen que ganaron ellos porque son unos fenómenos, porque tienen onda, porque son más o menos bien empilchados y no son bizcos y tienen la familia modelo y los apoyan los poderosos por obra y gracia de la providencia y de su carisma inigualable. Las pelotas, te apoyan porque están pensando qué ventaja te van a sacar, ¿o te pensás que a mí me apoyaban o me seguían por lindo o porque tenía carisma? ¿Vos me viste? ¿Vos pensás que lo mío fue carisma? Eso no existe, es laburo, es darle todo el día a la política, es embarrarse pero embarrarse en serio, es putear a quien tengas que putear sin importarte las consecuencias. Salvo que quieras ser el gerente de los intereses de otro, seguro que los que quieren ser gerentes de otros intereses también ganan una elección, el tema es ver si los apoyos que consiguen para ganar una elección se convierten en lealtades duraderas. Eso es lo realmente difícil, eso es lo maravilloso que tiene el peronismo, las lealtades existen aunque cuando perdés por cagadas propias y traiciones ajenas los querés mandar a todos a cagar y te querés ir a tu casa porque pensás que son todos unos hijos de puta. Pasa que si no entendés eso no entendés el peronismo. No hay hijos de puta. O si los hay somos todos hijos de puta. ¿O que te pensás que pensó el cabezón cuando me abrí y armé la mía? Pensó que yo era un traidor hijo de puta, claro que sí. Pasa que él se quedó con eso, que Menem lo cagó, que yo lo cagué, que todos lo cagaron y no se puso a ver en qué le pifió él para que le pase lo que le pasó. Ese el error que no hay que cometer: enojarse. No hay que enojarse con nadie, un poco sí porque si no te enfermás pero para adentro, encerrate y puteá a todos los que quieras, pasales facturas políticas dentro de tus posibilidades, lo que sea, pero tenés que tener claro que si alguna vez estuvieron con vos pueden volver a estar con vos. Depende de lo que hagas en la derrota, en la victoria es fácil, todos nos creemos Gardel y todos te soban el lomo, el asunto es en la derrota qué hacés. Contruir (otra vez contruir, construir Néstor construir pero cómo mierda lo paro por una boludez semejante si me está dando una clase de peronismo y de política de puta madre cuando yo como un pelotudo lo fui a consolar pensando que el tipo necesitaba que lo consuelen) desde la derrota tiene su encanto no te creas, te baja a tierra, te hace ver que no sos el más pija del mundo y ojo que no estoy haciendo un culto de la derrota eh? Perder nunca es una opción porque si pierde el peronismo, el peronismo posta, el peronismo que se ocupa y preocupa por los que menos tienen, no pierdo yo, pierde el pueblo. ¿O no escuchaste que los días más felices siempre fueron peronistas? ¿Por qué te pensás que dije que yo no pedía cheques en blanco el día que asumí? Porque tenés que saber si te metés en serio en política y en el peronismo te van a estar midiendo todo el tiempo y tenés que saber estar a la altura de las circunstancias porque si no te sacan la escalera y te vas de cabeza al piso. Andá, ya me consolaste si suponías que me tenías que consolar, ahora rajá, a laburar papá que ésto recién empieza y tengo que llamar a un hijo de puta como yo para ver porque mierda pasó lo que pasó…”

Y en esa hay que seguir, ¿o pensamos que nos hubiera dicho algo distinto un día como hoy? ¿O creemos que él se hubiera quedado llorando por Massa? ¿O imaginamos que nos hubiera dicho “extrañenmé, lloren por mi y no hagan nada, quedensé temblando si un día no estoy y Cristina está en cama”? ¿O nos hubiera dicho “crezcan de una vez, no necesitan una mamá y un papá que les digan qué hacer, vayan al territorio, gestionen, peleen, discutan puertas adentro, piensen porque mierda perdimos dónde nunca deberíamos perder”? Son preguntas, cualquiera puede ser la respuesta cada uno elige cuál prefiere, ¿no era que En la vida hay que elegir? Elijamos.

PD: igual dejános que te extrañemos un poco Néstor, encima ahora que no está Cristina dándonos manija todo el tiempo un poco te tenemos que extrañar en tu aniversario. Y como siempre ¡Gracias Néstor, Fuerza Cristina!  


viernes, 11 de octubre de 2013

#fuerzacristina

¿Es posible estar constantemente con el culo en columpio? ¿Es necesario vivir siempre con esa sensación de abismo en la piel? ¿Será el estigma del tango que llevamos impreso en nuestro ADN nacional? ¿O simplemente será la historia misma del peronismo la que nos hace vivir siempre al borde, al límite? ¿Será, tal vez, simplemente que vivimos así porque somos argentinos (esta última pregunta es medio al pedo, ya dijo Perón que peronistas somos todos así que deberíamos concluir en que ser argentino y ser peronista son sinónimos. #polémico)? Un poco de todo estimo, una multicausalidad como suele decirse en el ambiente histórico para lavarse las manitos y no sentenciar respuestas contundentes ante determinados hechos. Al final el gremio historiador está plagados de tibios, definanséN cagones.

Vayamos al punto esencial de este post. El eje de esta breve reflexión es la operación que se le realizó a Cristina. No nos aflojes Jefa, a seguir para adelante, vos nos dijiste hace algún tiempo que si no aflojamos nosotros vos tampoco bueno dale che. No aflojamos, fuimos para atrás en las elecciones (me refiero a que perdimos, no a que fuimos a menos, que se entienda bien) pero no aflojamos, seguimos ahí al pie del cañón así que vos también. Ni abajo del agua nos dijiste que ibas a aflojar. Estamos seguros que así es pero no nos hagas pegar estos sustos, ¿es estrictamente necesario? Me pregunto preocupado: ¿Estaré chapa como diagnosticaste a distancia a Nelson, el roña, Castro que te hablo aunque no me estés leyendo? Es posible.

No aflojes pero cuidate que si vos te cuidás nos cuidás a nosotros. Veníamos muy (auto) críticos, flagelándonos casi por el traspié electoral y está bueno que sea así porque esa discusión interna nos alimenta, nos fortalece. Seguiremos así pero no te voy a negar que se me frunció un toque el ojete con todo este asunto del fucking hematoma. A propósito: muy ingenioso el cartel que se pudo leer en las afueras de la Fundación Favaloro que decía “Hematoma gorila vas a correr.” El humor popular no tiene límites ni registra dolencia que se le resista así que preparate hematoma que te vamos a correr por Belgrano hasta el bajo.

Otro asunto que me tiene medio loquito. Si bien somos peronistas y tenemos asumido ese asunto de que no es una opción perder y que hay que hacer lo necesario para ganar tengo una pregunta: ¿no es un toque arriesgada la estrategia de operarte el cráneo para subir unos puntitos en las elecciones? Ahora en serio, ¿Se puede ser tan miserable?, ¿puede existir gente que piense eso en serio? Si se puede, me doy cuenta que se puede, cada día que pasa me doy cuenta que la miserabilidad (¿existe la palabra miserabilidad? mi buscador de sinónimos de Word dice que no. Mensurabilidad me tira, tu criterio, querido Word, a la hora de tirar sinónimos está menos laburado que las opciones de predicción de los teléfonos celulares o que las mentadas Lapocalipsi que nos ofrece cada media hora Lila Carrió en TN) no encuentra límite alguno. En el próximo post lo voy a detallar más concretamente, a veces me siento tan gil esperando un poco de respeto, no mucho, un poquito nomás... Hace unos días me agarré en tuiter con un papafrita que hablaba del "cáncer" falso de 2011 (en alusión al tema de la operación de principios de 2012 de CFK) y decía que eran todas mentiras en función de una presunta estrategia de victimización electoral supongo. Si no me equivoco fue como candidato en una lista de Rodríguez Saá en las recientes PASO. Dudo mucho que haya clasificado para las elecciones posta. Propaganda chavista agitaba, régimen totalitario fascista. Mamadera. Lo mal que está cierta gente. Grita en una red social, con nombre y apellido, que es fascista el gobierno y no le pasa nada. Patético fascismo, fascismo berreta, esto con el Duce no hubiera pasado, fascismos eran los de antes (?). Por otro lado, la enfermedad del querido Chávez no fue mentira desgraciadamente. Sucede que para hacerlo creíble Chávez se murió de verdad pareciera, la verdad ante todo. Realmente los argumentos que se tiran para criticar no tienen ni pies ni cabeza.

No nos cambia nada electoralmente este tema de la operación, seremos peronistas pero no llegamos a tanto. No nos importa realmente si cambia o no la tendencia electoral, a ver si soy claro, nos chupa realmente un huevo. El asunto es que estés bien Cris. El resto se revierte. Pensándolo bien esta situación tan crítica que vivimos emocionalmente el fin de semana pasado y el lunes y martes nos une más, nos sirve para darnos que los miserables acechan y que están afuera. Vienen por todo realmente, piden a gritos la muerte como forma de resolver y superar este momento histórico. No los vamos a dejar. Así como Perón se decía a sí mismo el padre eterno que sintetiza y atenúa los conflictos internos vos tenés que ser nuestra madre eterna. Políticamente hablando estamos, lo doy por entendido, lo único que falta es que te pidamos que juegues también el rol de madre de tod@s. Tampoco la boludez.

Todo va a estar bien. A enfundarse en las calzas y a meterle pata para adelante.


Ya lo dice la canción de Ciro: Bailaré, bailarás, bailará otra vez que los astros te van a ver, que un buen trago no viene mal cuando pega la vida con tanta sed. 




domingo, 1 de septiembre de 2013

Paso a paso

Ya pasaron más de 20 días de las PASO. La pomadita Manzán ya cicatrizó un poco los efectos no deseados de la Massita que nos dieron en las elecciones primarias. Es tiempo ya de decir algo al respecto, al menos de mi parte dado que se ha dicho y mucho, desde la prensa opositora y desde los sectores afines (que en el fondo son los que realmente nos interesan, no porque no nos importe lo que opinan los demás sino por el hecho de que resulta importante conocer que piensan los compañeros con respecto a la derrota sufrida el 11 de agosto).

Recuperarse del golpe es tarea ineludible, asumirlo, digerirlo y para ello resulta prudente  dejar que decante un poco el bullicio post resultado. Reconocerse a uno mismo en la derrota, saber adónde vamos y asumir que es lo que quieren ellos, los triunfadores de la contienda. Sabemos que muchos, pese al discurso público en el que la juegan de moderados, de republicanos, apuntan a ir a fondo contra la experiencia que vivimos los últimos 10  años, ellos van por todo y ese todo por el que van somos nosotros, cambiaron la metodología pero sabemos que algunos no cambian nunca. Igual que al peronismo en el 55, si pudieran nos borrarían, no nos dejarían ni el nombre como le hace decir Jotapé Feinmann a Evita en un diálogo con Discepolín. No sólo quieren la victoria electoral sino que lo que buscan es borrar estos 10 años, hacer como si no hubieran existido nunca. Toman la idea de Ricky Forster sobre la anomalía argentina que representa el kirchnerismo pero en el sentido inverso. Para nosotros ya no es una anomalía, ya la asumimos como una experiencia histórica propia, compartida. Ellos pretenden que se quede en anomalía, un momento acotado, equivocado, un error de la Matrix que se subsanará indefectiblemente. ¿Pastilla azul o roja?, that is the question. Allá ellos, dije que no me importaba demasiado y ya les dediqué un párrafo. Suficiente. Ya está dicho y lo sabemos, por eso también nos pegó tan duro la derrota, porque sabemos lo que se viene si perdemos y como dijo un compañero “perder nunca es una opción porque el que pierde es el pueblo”.

Vamos a lo nuestro, leamos un par de cuestiones que me parecen importantes a la hora de analizar el golpazo.
Tratemos de descular un poco el asunto para saber en qué le pifiamos nosotros, en que pudimos ser mejores y no lo fuimos, en qué nos equivocamos. Lo primordial para barajar y dar de vuelta es asumir la derrota. Perdimos. No debemos quedarnos en ese asunto de primera minoría nacional aunque técnicamente así sea. Hay que hacerse cargo. Mucho ya se ha dicho y escrito al respecto en el último mes. Nos comimos la galletita del 54% y nos llenamos de soberbia. No lo digo mal pero es una realidad. Cada vez que nos bardeaban por algo enseguida les chantábamos “eeehh…ganá una elección, sacamos el 54, armate un partido y ganá”. Bueno. Lo hicieron y nos vacunaron feo.  

De todos modos tampoco me parece que nos debamos quedar en el tema de la soberbia propia exclusivamente para analizar algunos de los ejes del traspié electoral. Hablamos mucho de la democracia, de la voluntad popular, de lo que elige el pueblo. Ok, entonces hagámoslo carne también y no dramaticemos pues de lo contrario caemos en una soberbia inversa a la expuesta anteriormente. No sólo se pierden elecciones porque “nosotros hicimos todo mal”. Démosle al pueblo la posibilidad de elegir otras opciones, a veces la gente (hace un tiempito escuché la siguiente frase, para enmarcar, “la gente es el pueblo con 3g”, no me digan que no es por demás ingeniosa) elige otra opción y está en todo su derecho. ¿O me van a decir que siempre todos votamos como  votan las mayorías? No jodamos. A veces no votamos en consonancia. Es preciosa la frase “prefiero equivocarme con el pueblo que acertar solo” y está buenísima como norte, como una forma de no creerse una vanguardia iluminada que entiende lo que el pueblo necesita aún cuando el pueblo no se dé cuenta pero tampoco nos creamos que somos los únicos depositarios de la verdad. Nos podemos equivocar y de hecho lo hicimos pero no nos creamos que a los únicos que se puede votar es a nosotros. Es el juego de la democracia. Tampoco se debe desestimar por completo la influencia que tiene el hecho de que se trate de elecciones legislativas, remember 2009 y luego 2011. No eximen de responsabilidades estas reflexiones pero son cuestiones a tener en cuenta a la hora de pensar en las elecciones y los que tenemos más de 30 sabemos que se suele perder mucho más de lo que se gana en la vida política de un país. Ni hablar de los que tienen más de 30, ellos sí que saben y vivieron trágicamente en carne propia lo que es perder.

Mucho ya fue dicho y escrito dije hace un ratito nomás y la autocrítica fue realizada por compañeros. Es un punto importante que desde nuestras propias filas surja la crítica dura, explícita, es sano, es un signo de vitalidad política de puta madre y es lo que vuelve dinámico al peronismo. La crítica interna sirve, esa boludez que los gorilas (los propios y los de afuera) definen con la sentencia “parece que se están matando y se están reproduciendo.” Evidentemente quienes intentan entender desde esa concepción al peronismo están complicados, la crítica es parte vital del movimiento. Se dio en tiempos de la Resistencia, ni que hablar sobre lo que se debatió y revisó la década del 70. Por eso se recicla el peronismo, porque pese a que se suele señalar que es una corte de adulones siempre hay sectores que miran críticamente hacia adentro, pasa que los trapitos sucios no se ventilan a la vista de todos, se critica y mucho adentro por más que después en la Plaza todos aplaudamos. Y mucho más se revisa cuando se pierde. Claro que sí. Se han enumerado y profundizado en diferentes espacios los temas más candentes que pudieron haber influido en el resultado electoral: la economía que claramente no funca a todo trapo como en 2010-2011; el famoso cepo al dólar que influye en el ánimo y percepción de lo que sucede con la economía en amplios sectores sociales; las tragedias de Once y Castelar y el manejo de subsidios estatales que refleja uno de los aspectos más conflictivos de la gestión kirchnerista (más allá de ciertas mejoras en el transporte en algunos aspectos no caben dudas que es un asunto que se encuentra lejos de ser óptimo); el desgaste que implican 10 años al frente de la gestión; la falta de contención política a quienes nos acompañaron en algún momento y el rol de los distintos líderes locales; la sobreestimación de la participación política ciudadana y de la influencia de la militancia sobre el territorio; las denuncias de corrupción y el boom Lanata desde su programa dominguero sumado al permanente bombardeo de los medios opositores. La combinación de tantos factores de tan amplio espectro seguramente tuvo su incidencia en el castigo electoral que se produjo el 11 de agosto. Ninguno de estos elementos debe ser ninguneado, es un combo explosivo y a ello se suma el hecho de que por primera vez en mucho tiempo la oposición (léase en toda la amplitud de la palabra, no sólo oposición político-partidaria) encontró candidatos y alianzas que resultaron atractivas para el electorado. No parece ser la situación idéntica a la de 2009. En aquella ocasión y particularmente en el tema de la victoria del Colorado sobre Néstor daba la sensación de exclusivo invento mediático. Hoy parece algo distinta la situación, de todos modos no hay que volverse locos, hay que ver cómo evoluciona el incipiente armado.

Hemos repetido hasta el cansancio que los momentos más virtuosos del kirchnerismo fueron los posteriores a elecciones flojas y a momentos de debilidad. Puede que sea cierto. Lo vivimos en los años iniciales de Néstor tras el 22% y luego del revés de 2009. En principio estaría bueno decir que se nota que, al menos, se tomó nota de la caída. El tema del tope de Ganancias es un claro reflejo de ello, también la reunión con empresarios y sindicalistas. Se responde desde los hechos y no desde las palabras (es la esencia del peronismo) ni tampoco autoflagelándose. En esa tesitura se parecía estar cuando pintó la locura con el tema de que ganamos en la Antártida y en la comunidad Qom. Démosle un crédito a la Jefa, si no nos ponemos como el roña Nelson Castro que dice que está chapita. No es autista, escucha lo que dicen las urnas pero no va a salir al otro día a decir que somos los peores y los más giles de la cuadra. Ya Néstor decía que “No hay que darse con un martillo en los dedos” cuando se pierde, que hay que redoblar esfuerzos desde la gestión y siempre con alegría.

Una cosita con el tema de Néstor. No caigamos en el nestorismo al pedo. Se cita lo de Carta Abierta en el Parque Lezama como una muestra de que bajaba a escuchar al pueblo en contraste con una presunta forma cerrada de hacer política de Cristina. Paremos la moto un toque. Néstor bajó porque debe haber considerado que él también estaba alejado del pulso de la calle. Se me confunde si ese encuentro se produjo después del voto no positivo de Cobos o tras la derrota con el Colo. El punto es que bajó en la derrota. Se dice también que contenía a los compañeros del conurbano, a los intendentes, a los gobernadores y que Cristina no lo hace. No lo hace del mismo modo al menos. Puede que sea así. Pero ¿influye tanto eso? A lo mejor sí, no lo sé. Pero Néstor perdió con De Narváez loco. En serio, no jodamos.

Además tampoco nos olvidemos de donde vienen, quienes son y cómo se maneja el peronismo históricamente. ¿O nos vamos a creer que Perón llamaba a alguien a ver que hacía con tal o cual cosa? Posta. Nos guste más o menos el peronismo no es asambleario muchachos. Uno conduce y el resto acompaña, ¿hay maltratos? Si, los hay, no es un club de amigos, como dijo Román, yo acá no vengo a hacer amigos. No niego la importancia que tiene la contención política, claro que no pero no nos creamos que quienes se nos fueron o no acompañaron se piantaron exclusivamente por eso. No olvidemos que no hay reelección, no es joda, eso influye, cada cual atiende su juego y es lógico que así sea.

Por otra parte no olvidemos un par de cuestiones que debemos revisar al margen de lo que tiene que ver estrictamente con la interna peronista. Uno: el ciudadano-votante quiere siempre un poco más. Es así y está bien. No le podemos seguir diciendo que el 2001 era todo un desastre. Es la verdad, obvio, y también lo es que lo que tenemos hoy no está garantizado para siempre y que dependiendo de quién gobierne puede darse vuelta. Pero la realidad es que hoy se ve menos eso y se resaltan los defectos.

Pensémoslo en términos históricos. En el 55, con una década de desgaste, con la economía con problemas una vez superada la posguerra por las potencias, con la sensación de que lo conseguido no sería puesto en duda, no salieron millones a defender lo conseguido. Uno, como parte de un pueblo, se relaja un poco, es sociología barata, lo sé. Pero comparemos la reacción del 55 con la que se dio en los 60 y 70 cuando se veía que Perón no volvía y que las conquistas de a poco iban retrocediendo. Es abismal la diferencia.

Otro ejemplo histórico, más reciente. El Amira-gate en los inicios del gobierno de Menem. ¿Por qué no influyó electoralmente como sí influyeron los hechos de corrupción en la derrota del 99? Estábamos saliendo de la hiperinflación, se hace la vista gorda, pegan menos los defectos. Me parece que a veces subestimamos como factor la cuestión de las turbulencias económicas y el desgaste de la gestión. Tras la derrota de 2009 nos comimos un poco la galletita de la Ley de Medios, el Bicentenario y el cambio de ánimo social, el matrimonio igualitario, la AUH. Considero que la asignación tiene una incidencia directa que las otras medidas no tienen en términos político-electorales (la influencia de las otras medidas tiene una incidencia que tiene más que ver con la iniciativa política que demuestra el gobierno ante la opinión pública tras la derrota. Claro que eso también es importante). Hoy no alcanza sólo con comer. El pueblo quiere más y está perfecto que así sea. La economía define. No invento nada. 2010 y 2011 disimularon dificultades a la hora de construir política y nos ensoberbecieron. El 54% no era real. El crecimiento económico primero y la muerte de Kirchner luego (que puso en perspectiva histórica al pueblo con respecto a su gobierno) consolidaron ese porcentaje. Había posibilidad de reelección además.

Dos y vamos cerrando: la batalla con Clarín hoy está perdida. ¿Hay que darla? Si claro pero existe un hartazgo social al respecto y hoy la balanza se inclina hacia ellos en la consideración popular así como en su momento la exacerbación de Clarín contra el gobierno le jugó en contra. No debemos desestimar la influencia de los medios pero vivir pegados a ese conflicto me parece que no está sumando demasiado.

Tres y final: me parece que gran parte de la derrota tiene que ver con el hecho de que se proyectó en la TV Pública la serie En terapia. Era buenísima pero la gente fue a votar medio bajón, medio depre y así nos fue. Ahora que ponen a Capusotto van a verrrr…(?).

Se verá cómo evoluciona el asunto pero la historia reciente del peronismo y su expresión actual el kirchnerismo no permite creer que no podemos mejorar. Desde el llano (como propone el compañero Morales Solá (?)), discutiendo con el pueblo y los compañeros. Como más nos gusta. Paso a paso como dice el filósofo Mostaza…




martes, 16 de julio de 2013

El Burrito

Te habías ido de vacaciones, unas vacaciones adelantadas. Cerrabás el tercer año antes de tiempo por tus buenas calificaciones. Y River salía campeón como de costumbre, al menos como de costumbre en aquellos años, solía ser casi una obviedad que River saliera campeón una vez al año, al menos era así desde que empezaron los campeonatos cortos (y desde que Passarella era el Dt). La habías seguido mucho esa campaña del millo. Había vuelto Ramón Díaz, casi no tenías recuerdos de él. Cuando se fue a Europa eras chico, que te podías acordar del pelado. No podías creer lo que definía ese tipo. Una frialdad de puta madre al entrar al área. Sólo el chileno Salas definía de esa forma, parecido, con esa zurda mágica, como Romario pero de zurda. Y pensar que le decían pecho frío a Ramón en la tribuna después de perder la final de la Supercopa con el Cruzeiro en Brasil. Estamos en 1991. Vos en la secundaria, todavía creés que el milagro de llegar a Primera es posible. Al menos estás en edad aún.

Lo más trascendente de ese año en el fútbol argentino había sido la vuelta de Ramón. También la Copa América de Chile es cierto, el equipo del Coco la rompió, los bailó a todos. Parecía suficiente para ese año, ¿podía pasar algo más?

El año anterior te habías probado en River. No pasó nada, no hiciste una goma la verdad para que fuera diferente, fuiste con lo puesto y te pasaron por encima. El 8 corría como si hubiera vivido toda su vida escapando de los tigres en la selva africana. Ni una foto le pudiste sacar. Iba todos los tiros, cuatro pulmones tenía. Pero seguramente en ese montoncito de ilusiones que corría en las canchas auxiliares de River algún changuito la estaría rompiendo, no eras vos claramente.

Te fuiste de mini vacaciones decía. Con otro ñoño como vos que aprobaba todas las materias. No eras tan ñoño como el otro pero si aprobabás todo en noviembre y te podías ir de vacaciones en diciembre algo de ñoño tenías, no me lo niegues, después desbarrancaste pero hasta ahí eras un alumno modelo.

Una garompa la escapada a Pinamar, hasta te picaron crías de aguas vivas (y lo que picaban) pero al menos te pudiste meter al mar, no como cuando lo conociste algunos años antes. Fuiste en invierno, metiste las patas y saliste cagando. No daba ni ahí.
Cuando te fuiste River ya era el campeón. Fuiste a verlo con San Lorenzo en Vélez (aún no existía el Nuevo Gasómetro) para verlo dar la vuelta invicto y perdió. Salió en la fecha siguiente, en el Monumental, fuiste con tu viejo. Salieron campeones antes de empezar el partido, un gol de Trotta de Estudiantes a Boca en La Plata selló la suerte del campeonato. River perdió de local con el bicho, un Cagna de peluca casi afro amargó la fiesta pero salieron campeones igual.

Volvías de Pinamar y viste, al bajar del micro, un diario. River empató con Platense en cancha del rojo y debutó un pibe nuevo. Ortega se llamaba.

Era flaquito, chiquito, no valía dos mangos a la primera impresión. Lo empezaste a ver más seguido al año siguiente. Lo vendían como un Jugadorazo, no te parecía tanto todavía, la figura seguía siendo Ramón.

Lo empezaste a querer más con el tiempo, una situación fortuita te lo hizo más familiar. A un primito tuyo, chiquito, flaquito, de ojos oscuros, una vez en la playa le dijeron que se parecía a Orteguita, lo conocían con el mote de Orteguita en Santa Teresita. Podríamos decir que ahí lo empezaste a querer más al burrito. Hoy, de vez en cuando, tirás paredes con tu Orteguita personal. Ese también es un jugadorazo.

Lo viste crecer al burrito, creciste con él, con sus gambetas, con sus enganches, con sus goles. Vos ya no ibas a llegar. Pero estaba él, el burrito, tenías casi su edad, en él depositaste todos tus sueños truncados, todo lo que vos habías querido ser y no pudiste. Por eso también te identificaste tanto con él.

Lo viste hacer cosas que nunca le habías visto hacer a nadie. Es el único que te hace cagar de la risa en una cancha te decía tu viejo que todavía creía que vos podías llegar, lo creía él más que vos.

Los primeros años eran todo disfrute, todo placer, Ortega nunca fallaba, como River, nunca fallaban (salvo con Boca, malditos 90 que nos abrochaban más de lo deseable). Y una tarde se recibió de crack, de ídolo, para vos y para todos los hinchas de River. Fue en la Bombonera, hacía años que River no ganaba ahí, desde el 86 si no me equivoco, los famosos goles de la pelota naranja de Alonso. Ahí se ganó el pase al Mundial de Estados Unidos, el colorado MacAllister todavía lo está buscando para sacarle la pelota. La rompió el burro esa tarde. Para cortar la racha te habías ido sólo a escuchar el partido en tu walkman a un bar. También te fuiste para poder fumar en paz mientras escuchabas el partido, la cancha era el lugar donde podías fumar sin que nadie te jodiera. Un partido sin fumar no es un partido.

Llegó la 10 de la Selección también, la que habías soñado para vos cuando lo viste al Diego llorar en Italia 90. Pavada de fantasía tenías, no fue para vos, ni cerca estuvo pero fue para él que para vos era casi lo mismo. Y ahí empezó otra historia, empezaron las lágrimas, nunca lloraste tanto como el día después del cabezazo a ese holandés botón. No lo podías creer. Estaba todo ahí, al alcance de la mano, tan cerca y se fue todo en un segundo, en un instante de calentura, en ese instante de potrero, el potrero que tanto le admiraste apareció cuando no debía, jugó como siempre, como en Ledesma, como en River. Así de genuino, así de doloroso fue. Lo masacraron. Pero él siguió, sin decir nada siguió.

Llegó el momento del regreso de Europa, no pasó lo que todos creíamos que iba a pasar. Simplemente no pasó, él quería jugar en River, ese era su lugar, ningún otro. Y volvió. Y se volvió a ir, y cada ida nos lo hacía extrañar más, ya no era el burrito aquel, el burrito adolescente, ya vos tampoco eras tan adolescente aunque actuaras como si tal cosa. Vos tampoco eras el mismo, ¿cómo ibas a pretender que él fuera el mismo? No lo era, claro que no.

Ariel tampoco iba a llegar a lo que querías que llegue. Ya no. El tren se había pasado. Pero estaba ahí, con sus locuras, con sus destellos, con sus miserias en carne viva, como todos, como cualquiera, él hizo del hincha de River un hincha distinto, nos preparó para lo que se venía, nos mostró que no había que ser perfecto para ser ídolo, tampoco para ser hincha de un cuadro. Se lo quiere y punto.

Y llegó el final. Se bajó el telón, ya ni vos ni él son adolescentes, ya ni vos ni él van a cumplir algunos sueños, ¿y?, ¿cuál es?, mientras tanto vivieron, crecieron, se equivocaron, ¿no es la vida eso?

Se retiró El último ídolo de River, ojalá haya otros, para vos no va a haber nunca uno como él, porque él fue tu ídolo de los años en que uno tiene ídolos, héroes. Y él fue uno de ellos. Tuviste otros, Alonso fue el de tu infancia, se fue impoluto, se fue cuando aún podía. Privilegió su gloria personal, su mármol y está bien, son decisiones, de chico te enorgullecías de eso. Ya no, algo creciste evidentemente. Enzo fue otro héroe. Enzo en River siempre estaba allá arriba pero fue un mix. Caía pero alcanzaba a levantarse antes de que suene la campana, al menos en River era así, en Uruguay era otra historia. Enzo era Rocky para vos. Siempre parecía que iba a caer pero se levantaba.

Ariel fue distinto. Fue el que más quisiste. Fue por el que más sufriste. Fue el más humano de los últimos ídolos de River. Fue el que le enseñó al hincha que los ídolos caen, pierden, se equivocan. Ariel es uno mismo. Besa la lona posta. Se levanta pero con las huellas de la caída en la piel, en la cara. Es el héroe que mete los pies en el barro, el que se ensucia y por eso lo querés, porque no teme perder, se levanta como está. Es el que te hace llorar. Al que querés como es. No lo querés porque es perfecto. Sus caídas te hacen quererlo más todavía. Porque en sus caídas te ves en el espejo, en ese reflejo te ves a vos mismo, la vida no es una película de héroes que ganan siempre. Y así aprendés, de alguna manera el Burrito también sos vos.


Te voy a querer hasta el fin de nuestras vidas…






jueves, 20 de junio de 2013

Amarillo y negro. Hoy: La carpa


Me toma un pasajero con su hijo de 7 u 8 anos enfrente del edificio de Aysa que se encuentra en Cordoba y Riobamba. Venía yirando medio a la deriva y apelé al viejo truco de frenar y enganchar el semáforo rojo para ver si cruzaba alguien y me tomaba. Son pequenos yeites del oficio. No siempre es conveniente estar en movimiento. Como en el fútbol, de vez en cuando es necesario hacer la pausa, mirar para el costado y tomar la mejor opción. Ser vertical e ir siempre hacia el frente sin pensar no es la mejor elección. También es así en la política si lo pensamos bien. Hay que saber cuándo y en qué momento hay que arremeter para adelante, hay que saber los momentos justos para dar la batalla. Como la vida misma bah.

Iban hasta Chile y Entre Ríos. Viaje sencillo. Derechito por Riobamba hasta Chile y ahí una cuadra a la izquierda. Íbamos tranca hasta que llegamos a Mitre, el creador del diario militante La Nación, la tribuna de doctrina (si eso no es periodismo militante...y te lo venden como periodismo objetivo...como si tal cosa existiera). Se complicó de repente. Caos de tránsito en términos de TN. Corte de calle en Riobamba a la altura del edificio anexo del Congreso, a la altura del estacionamiento que se encuentra a mitad de cuadra sobre Riobamba. Para que se puedan ir dice el chabón. Ups. Se viene la andanada antipolítica intuí prejuicioso. Tuvimos que dar la vuelta por Mitre hasta Rodríguez Peña y bordear la Plaza de los Dos congresos. Alto quilombo vehicular pero no tanto como se preveía.

¿Cómo salió al final la votación? Era el día siguiente a la votación de la reforma judicial impulsada por el gobierno en el Congreso. Extraña versión del estalinismo la que desarrolla el kirchnerismo que somete a la decisión de los representantes del pueblo sus proyectos. Neo stalinismo podríamos definirlo. Se votó la reforma que mandó el gobierno le conteste. ¿Y ahora? preguntó el flaco. Ahora nada respondí sin ánimos de meterme de lleno en la cuestión. Pura cháchara eso de que se viene el fin del mundo que decía la oposición agregué. Ya no estaba la famosa carpa en la cual se quedo una piba toda la noche sin nadie que la reemplace. Alto poder de convocatoria de la compañera Carrió que pidió a la juventud que regale una noche a la República. ¿Ya no está? ¿Se pensaban q la iban a frenar con eso? se preguntó el pasajero. Asumí que a quien interpretaba que iban a frenar era a Cristina. Viste como es… la jugué de moderado. Están los que están a favor de todo y los que se ponen en contra de todo. Claro asintió. Ni muy muy ni tan tan mandé sorprendiéndome a mí mismo con esa frase que no dice nada. 

Ni muy muy ni tan tan fue mi reflexión tibiona y presuntamente equidistante. Te digo algo tiró como si fuera a contarme un secreto. Soy de Jujuy. Acá no sé tanto cómo fue pero desde la presidencia de Kirchner te diré que mejoro mucho la cosa allá. Hay laburo. Mi familia está en Tucumán y allá mejoro mucho también. Ya no es lo mismo que antes. Es otra cosa. No está todo perfecto pero ahora hay laburo y se mueve la cosa. A mi viejo jubilado no le pagaron nunca el juicio. Trabajaba en Altos Hornos Zapla. Se lo pagó Cristina afirmó confianzudo al referirse a la jefa, como una cercanía impensable años atrás al referirse a un gobernante. Más de 300 lucas le dieron. Y cobra más de 3000 por mes ahora de jubilación. Y dicen que no les pagan los juicios a los jubilados tiré ya no tan tan ni muy muy. Tal cual...viste como son? Nada les viene bien y eso no te lo cuentan. Totalmente. Chau amigo. Que tengas buena noche de laburo. Gracias viejo. Y ahí se fue con el gurrumín y con mi prejuicio de que le iba a dar palo al gobierno. 


miércoles, 12 de junio de 2013

Tiro al blanco. Hoy: Los 11 mandamientos de la vida según @ertenembaum. Actualizado

Esta publicación la iba a realizar el 7 de junio, el día del periodista pero me pareció un homenaje excesivo para el camarada Ernesto. Lo iba a tomar como una muestra más de mi desbordante populismo. También por vago y colgado lo postergué a fuerza de ser sincero y otra muestra de mi kirchnerismo extremo. Cuánta razón tiene Ernesto al maltratarnos...

Venía escuchando la Rock and Pop, propiedad del empresario íntegro y revolucionario para el que trabaja el idealista Ernesto y ahí pintó el enojo del periodista. Lo que lo enoja el kirchnerismo a este muchacho...

Andaba como loco porque Julián Domínguez dijo que no había que ser tibio. O frío o caliente parece que había planteado. No lo escuché a Domínguez, me enteré de sus dichos por boca de Tenembaum.

No le gustó mucho el planteo parece. Indignado estaba por el planteo de Julián. Lo acusó de menemista, duhaldista, kirchnerista y futuro integrante integral de un futuro ismo dentro de las filas del peronismo.


Lo paradójico era que Ernesto pedía que no les diga a los demás como tienen que ser mientras bajaba línea sobre lo que debía decir Domínguez. ¿No es eso hacer lo que le pide a otros que no hagan? ¿No estaría bueno dejar que cada uno sea y diga lo que quiera: frío, caliente, tibio o lo que sea? ¿No aborta la discusión decirle al otro que no diga lo que tiene ganas de decir? ¿O no le decía a Florencia Peña hace unos días que ella estaba profundamente equivocada? ¿No cabe la posibilidad que él esté equivocado? O los equivocados son siempre los kirchneristas?

Dijo también el compañero Tenembaum que no le gustan las posturas casi religiosas (?) expresadas por funcionarios del Gobierno.


De ahí surgen los mandamientos del amigo de Zloto.

Los 10 mandamientos según Ernesto. Ahí les van. 

1. Jueguen que así la vida es más linda. (O algo así)

2. Sean tibios. Fríos. Calientes. Como más les guste

3. No sean fanáticos. Así que ni tan fríos ni tan calientes ni tan blanco ni tan negro

4. Estén siempre del lado del más débil. Que es Clarín

5. No dejen que les digan como tienen que ser. Sean libres

6. Pero no sean kirchneristas. Repito. No sean kirchneristas

7. Tampoco sean peronistas en ninguna de sus acepciones. Repito. Peronistas ni ahí

8. Estén re podridos de la discusión política. No toleren las antinomias

9. Manténganse al margen de los poderes dominantes. Pero trabajen para uno de ellos.
Preferentemente para el poder privado que es permanente

10. Y no olviden. Cristina es mala. Mala mala mala. Como todos los peronistas
11. Es tan pero tan mala que ahora tuitea: Ornapo. Very grosso. Bla bla bla. Lara lara. Ni idea. Toma mate. Lo que se dice una etapa creativa. A punto de soltarse del todo. Recen. Sin dudas el Papa Ernesto se puso religioso y nos pide que recemos.



martes, 28 de mayo de 2013

Una década ganada-10 años de kirchnerismo

Se cumplió una década nomás de kirchnerismo. Ya se ha dicho mucho al respecto, resulta difícil agregar algo y no quiero decir con esto que porque sea difícil agregar algo no quiera hacerlo de puro flojo que soy. No. Ni ahí. Sólo que a veces las palabras no alcanzan para graficar lo que se vivió el sábado en la Plaza de Mayo.

Debo confesar que no tomé real dimensión, hasta llegar a la Plaza, de lo que significaba ese día. Lo había interiorizado como una marcha más, una de tantas, una de las tantas que vivimos en los últimos años, una de las tantas que no tuvimos los que fuimos adolescentes e incipientes adultos durante el apogeo del neoliberalismo en la Argentina. 

Eran plazas de resistencia, de dolor, plagadas de frustraciones, frustraciones sociales, históricas, políticas. Plazas de minorías, con minorías no me refiero (sólo) a que no éramos demasiados (de hecho yo no estuve en la mayoría de ellas, salvo algunas particulares como la de los 20 años del golpe del 76, noche triste aquella, noche que arrancó en Tribunales y derivó en plaza de Mayo, noches de rabia, noches que sabían a poco, noches que no imaginábamos que alguna vez verían alguna luz de justicia, es más, se tenía, yo al menos tenía, la certeza que no llegaría nunca, la justicia digo), minorías, decía, por la sensación de estar siempre a la defensiva, como contraatacando siempre los embates (y esos sí que eran embates) de la larga noche neoliberal que nos asoló, que nos marginó, que nos dejó al borde de la disolución como país, como sociedad, noche que parecía que no terminaría nunca.

Pero terminó. Casi sin querer terminó. No porque no haya habido lucha ni resistencias. Sino porque, pese a las luchas y la resistencia, parecía que, de todos modos, no iba a terminar. Parecía que mutaría en otra cosa que sería más de lo mismo, que nada cambiaría, que siempre seríamos minoría, que siempre estaríamos a la defensiva, esperando el cachetazo final. Así crecimos, así nos costó creer que lo que nació el 25 de mayo de 2003 iba a ser diferente.

Casi sin querer pasó decía. Seguramente no fue así. Había militancia ahí, años de política, de proyectos, de sueños truncados, de fracasos, de ilusión. Pero no lo sabíamos. Y así, medio de carambola, aprovechando la crisis política, social y de representación, cuando ya no había en que creer ni se imaginaba posible creer en algo pasó.

Y nos abrazamos a ese sueño, a esa idea que nacía, que nació para mí, pocos días antes del discurso inaugural de Néstor. Para mí nació, tímidamente, el día que dijo que (a Menem) le conocíamos su último rostro, el de la cobardía. Epa. Y éste de dónde salió. Y se confirmó el nacimiento de algo distinto el día que nos dijo que venía a proponernos un sueño. Un sueño vino a traernos. A nosotros que habíamos crecido en los 90 vino a proponernos un sueño. ¿Cómo nos iba a traer un sueño a nosotros si nos habían enseñado que no se soñaba? No se podía soñar. Soñar era una palabra de otra época, ya sabíamos lo que les pasaba a los que soñaban. Los mataban a los que soñaban, los desaparecían, eso les pasaba. No se podía soñar. Soñar era un delirio anacrónico, vino con su traje cruzado y sus mocasines también anacrónicos a proponernos un sueño. Si hubiera imaginado un guionista esa escena la hubiéramos considerado cursi, obvia, mirá si un tipo con un traje de otra época nos va a traer un sueño...pero pasó, la realidad efectiva volvía, como ya una vez había pasado, hacía mucho había pasado, también medio de carambola pero no tanto. Igual que esta vez. La historia se repetía aunque muchos no se (nos) diéramos cuenta. Otra vez tras una década infame. Y ninguna de las dos veces que sucedió fue farsa ni tampoco tragedia como dice la célebre frase marxista. Y empezamos a vivir el sueño...

Las noches y noches que me dormí sintiendo que no iba a durar mucho el sueño, casi todo el gobierno de Néstor lo sentí, no olviden, crecí en los 90, lo bueno no duraba mucho, en la historia argentina, por lo general, lo bueno no dura mucho. Lo van a voltear sentía, no me lo permitía pensar pero lo sentía. No lo van a tolerar. Pero no sólo eso. También sentía otra cosa. Sentía que en algún momento se iba a mancar, que iba a defeccionar el proyecto, que en algún momento me iba a sentir defraudado, que me iban a cagar para ser claro. ¿Cómo no iba a ser así de poco crédulo si siempre (casi) había sido así mi (la) historia? Pero no pasaba, entonces seguí creyendo, lo lindo que es creer y sentir que no te defraudan y no estoy hablando de situaciones idílicas o perfectas, no, hablo de las líneas generales de la política (de la vida), ya no era un adolescente que asumía que si no era perfecto no valía. No. Lo perfecto está muerto, es lo que no se mueve, la vida está en lo que se mueve, en lo que se transforma y carajo que se movía y transformaba la Argentina.

Y acá llegamos, al fin una década era mía (nuestra), la siento mía (nuestra), el peronismo no lo había vivido, lo había leído y quedaba lejos, parecía lejos llegar hasta allá con las singularidades de hoy. Pero de a poco algo fuimos y lo más importante es que seguimos yendo...y en la plaza (nuestra plaza) estábamos todos, o muchos, y ya no a la defensiva, ya no siendo agredidos, marginados y maltratados por el Estado, hoy el Estado (con falencias claro) nos abraza, nos acompaña, nos cuida...y nos hace sentir parte de algo grande, de algo que nos excede a nosotros mismos, ya no somos yo, yo y sólo yo, ahora somos nosotros y hasta podemos decir La Patria es el Otro. Otra frase anacrónica si hubiera sido dicha hace una década cuando ese flaco desgarbado vino a proponernos un sueño...hoy ninguna de las dos frases nos resulta fuera de tiempo. La Historia es Otra. Sin dudas.