martes, 11 de febrero de 2014

Edesur y Lugano. La trama secreta

La escena que se describirá a continuación tuvo lugar en el barrio de Lugano 1 y 2 hace algo más de 15 días. Como tantos de los barrios capitalinos, Lugano fue víctima de la falta de inversión de Edesur (y también de la falta de control estatal a las empresas privadas). A 20 años del auge privatizador que nos auguraba el paraíso del libre mercado y las empresas privatizadas puede afirmarse que el presente verano ha sido, paradójicamente, un infierno. Recuerdo a Neustadt bardeando mal a Entel principalmente pero también a Segba (aclaración para los más pequeños: Segba era la empresa estatal proveedora de electricidad) y sólo puedo decir tal como aquella señora indignada frente a la casa de Cavallo en pleno corralito de 2001: Bernie compadre la conchNOTACHONO.

Paso a relatar lo sucedido. Podría decirse en principio que el barrio de Lugano optó por el tan vituperado método Guillote Moreno a la hora de recuperar la luz.

El asunto se desarrollo más o menos de la siguiente manera. El jueves a la noche se corta la luz. Fue el jueves de los famosos 47 grados. En el transcurso de la noche no se producen novedades dado que, para colmo de males, se larga terrible diluvio que seguramente no permitía trabajar para solucionar la cuestión. De todos modos seamos claros, no te devuelven la luz los días derechos imaginate si te lo van a reparar una noche de perros como aquella.

Al día siguiente, viernes, los operarios de Edesur se acercan al lugar del hecho. Durante la tarde vuelve la luz durante unos minutos, 10 aproximadamente, se vuelve a cortar, la usina generadora de electricidad para el barrio ya estaba más cerca del arpa que de la guitarra (nota mental: hablar o tener padres viejos produce secuelas irreparables en la mente humana, ni te digo en el vocabulario).

Los empleados de Edesur comentan (a la gente que se había arrimado a ver qué pasaba) que el transformador no quería más lola, que tenían que cambiarlo y que debían irse a buscar el reemplazo del mismo. En ese preciso instante comienza a arder Troya, se produce el primer corte de calle dentro del barrio. Algunos de los agitadores más exaltados se acercan a la gomería más cercana en busca de gomas para quemar, el gomero se rehúsa, no quería entregar las gomas. Fracasó en el intento, debió entregarlas sin patalear demasiado, no se puede determinar aún si de puro solidario con la causa o porque percibió que se le iba a poner fulera la cosa. Gomas en mano se produce el corte de la avenida principal y los gritos que suben desde la calle hacia los vecinos que se encontraban aún en sus departamentos fue ¨Bajen que éstos (por Edesur) nos quieren dejar una semana sin luz.¨

Insitían en irse los de Edesur, se ponía tenso el asunto. ¨Necesitamos ir a buscar el transformador de reemplazo¨ decían. La gente que estaba cortando la calle les dijo: ¨nooo...de acá no se van. Nosotros no somos como los de Caballito eh... de acá ustedes no se van y no se van.¨ Y no se pudieron ir. Vino Gendarmería y la policía a detener a la gente que impedía que se fueran los de Edesur por privación ilegítima de la libertad. ¨¿A quién van a detener ustedes?¨ les dijeron unas viejas del barrio a la autoridad competente. ¨Estos de acá no se van.¨ Y no se fueron. A las 2 horas de transcurrida esta trifulca urbana estaba el transformador nuevo. El viejo era de 800 y pusieron uno de 1000. No me pidan rigor científico periodístico, no lo tengo, no sé 800 de qué ni 1000 de qué, no tengo ni idea pero eso es lo que me llegó. Lo mío no es el rigor, es la sarasa. De todos modos lo relatado es posta. Viene de buena fuente. Mi mejor amigo.


Dos cositas al respecto de esta situación que se ha contado. Más allá de que pueda resultar pintoresca la situación y el apriete que se tuvieron que comer los pobres laburantes que tienen que dar la cara lo relatado es una muestra clara de la manera en la que se manejan las empresas privadas. Por las buenas no te dan ni medio. Todo divino los call centers y todo lo que te venden cuando te quieren enchufar algo pero de poner una moneda ni hablar. Y no es sólo con Edesur o Edenor la cosa aunque sea el caso más duro y paradigmático que vivimos en estos días. Con las telefónicas vivimos situaciones similares aunque resulten menos crudas las consecuencias de la falta de inversión. Y en estos últimos días lo estamos viviendo de una manera muy concreta con las grandes cadenas de supermercados que se suben a todos los bondis con tal de aumentar su margen de ganancia, hoy la excusa es el dólar y la devaluación que obviamente impactan pero antes siempre había alguna excusa para aumentar los precios y quedarse siempre con la parte más grande de la torta. Por esa razón es necesario que nos comprometamos todos a la hora de reclamar y exigir que cumplan con lo que deben y no sólo (aún cuando también tenga responsabilidad) patalear y putear al gobierno de turno.