jueves, 9 de febrero de 2012

Conocer a Spinetta

Estaba haciendo zapping radial. Pone Vorterix, la nueva radio de Pergolini, engancha 3 temas seguidos de Spinetta. Pasa a la Rock&pop lo mismo. Spinetta en cadena. Qué onda? Era la hora del programa de Closs. Algo está mal pensó. Al rato confirman la noticia. Murió Spinetta. El flaco, como ahora todos se refieren a él. En los noticieros, en las radios, en todos lados, qué son sus primos?

Nunca le dijo el flaco. De contrera nomás. Él le decía elflacoespineta. Para él era una sola palabra. Elflacoespinetta sin más. No era capaz de separar las palabras. Era una sola.

Cuando muere un personaje de esas características no es posible disociar la muerte del hecho de recorrer momentos de la vida personal marcados por la misma. Viajó, imaginariamente, al momento en el cual escuchó hablar del flacoespinetta. Era pendejo. 11, 12 años. Un grupito de amigos de fútbol hablaban del artista. El poeta del rock, como titulan los diarios que en la puta vida le dieron demasiada cabida, salvo por el romance con la Pelleritti. Eran fines de los 80 aproximadamente. Su recuerdo se estaciona en Peluson of milk. De qué estarán hablando se preguntó aquella tarde. No se llevaba mucho con la música. No sabía todavía cuánto le iba a gustar el rock y cuánto influiría en su vida.

Pasó el tiempo. Su adolescencia no contó con la presencia de Spinetta. No lo eligió. En realidad no lo conocía, apenas si ubicaba en su universo rockero Muchacha ojos de papel. Pero estaba inmerso en el metal. El heavy era lo suyo, su espacio era limitado, Spinetta no podía ser más que un blandito, la pose adolescente no le permitía tal tibieza. Era un duro, sin más. Afortunadamente para él, creció.

Allí, en su crecimiento, encuentra el siguiente recuerdo. El recuerdo que lo hace saber que ese día comenzó a conocer a Spinetta. Andaría cerca de los 20 entonces, algo menos tal vez. Era una mañana de primavera. El día de la primavera más precisamente. Participaba de un grupo de estudio y la profesora pidió que organicen una especie de día de la primavera. Que llevaran algo para comer. Nadie imaginó que ella, la chica que le gustaba llevaría una guitarra. No era linda ella. Era rara, era una suerte de hippona pero no del flower power, era dura, rea. Usaba anteojos, tenía rulos sumamente desordenados y una boca inmensa. No de labios gruesos, solo grande, bocona. Creía que tenía la sonrisa de Julia Roberts. Sabía que era solo la sonrisa pero le bastaba, más aún cuando reía, grosera reía, brusca, hacía notar que se reía. Todos se enteraban que lo hacía. A él le sorprendía que se riera de cosas que él decía. Era más grande que él y no podía imaginar que considerara gracioso lo que él decía. Pero así era.

El punto es que ella, la de la boca de Julia Roberts, fue al seudo picnic con una guitarra criolla. Sorprendió por su audacia. Solía hacerlo. Se puso a tocar. Y también cantó. Empezó a castigar duro a la guitarra, se notaba que sabía tocar esa canción. Empezó a cantar…abrazame madre del dolor…qué era eso? Cómo lo fascinó esa frase. Ese día empezó a conocer a Spinetta. Poscrucifixión. Esa fue su primera experiencia con elflacoespineta. Nunca logró cansarse de escucharla. Adora esa canción.

El acercamiento fue con Pescado Rabioso. No parece ser casualidad. Justamente una de las etapas más crudas, más duras de la obra de Spinetta. Posteriormente se volvería otra vez así de rockero con los socios del desierto. Tuvo su época más jazz con Spinetta Jade. La más…melódica? sensible? con Almendra; la más…pop? en los 80…pensó entonces elflacoespineta es como Perón, hay un Spinetta para cada quien como hay un Perón para cada peronista. De haber escuchado lo que se le ocurrió probablemente lo hubiera puteado Spinetta. Estoy hablando de las diferentes facetas de tu carrera le hubiera dicho. Tal vez lo hubiera vuelto a putear pero habría entendido el concepto, la analogía. Para los duros, el flaco de Pescado, para los más cabezones el de Jade, para los pop el ochentoso, para levantar chicas sin dudas el de Almendra. Imagina una nueva puteada por la última caracterización.

La muerte de Spinetta le generó contradicciones. Lo puso triste pero lo fue haciendo calentar lo que escuchaba. Todo el mundo hablando de Spinetta con una familiaridad pasmosa. Lo indignaba. Siempre lo calentó tal cosa. También los seguidores (mediáticos) de Spinetta. Le daban snobs. Como lo que leen a Borges. Yo leo a Borges. Si escucho rock escucho a Spinetta. No se preguntaban que carajos entendían de lo que escribía pero se creían con derecho a preguntarle eso a los negros cabeza que escuchaban a los Redondos. Cantan y no entienden nada, solían decir. Se acordó de eso en ese momento y volvió a darle bronca. Pero no era culpa de Spinetta. Se libró de ello y de ese modo se permitió disfrutar de la música del flaco. Aunque, a veces, le fuera inaccesible su poesía. Igual lo disfrutaba. No así a Borges. Si bien algo leyó no se permite disfrutar de su literatura. Lo puede el desprecio que siente por lo que representa. Y no le gusta que tanto...

Del flaco Spinetta muchas cosas tampoco. Pero de bocha de canciones muchísimo. Y eso está bueno, la sacralización es la verdadera muerte. No admite complejidades, Vida en una palabra. Y sabe que con la muerte de las personas que te marcan se muere algo de uno, de lo que uno fue y es. El tema es poder resignificarlo para saberlo, sentirlo vivo, no te parece? dijo al aire pero no a nadie. Se lo dijo a él mismo pero no solo a él.

Era realmente un tipo querible se dijo, te guste o no su música. Aparte dijo que no ganó un Oscar sino un Néstor en la Casa Rosada. Parece que nacer en el año 50 y ser conocido como el flaco es sinónimo de muerte en plenitud. Murió joven para esta época. Como el otro flaco. Pero sigue ahí. Con sus canciones. Elflacoespineta.

Acá van sus 10 canciones favoritas del flaco…y un par más, con sus respectivos links…      
Hay muchísimas más...gracias flaco...

4 comentarios:

  1. Gato, hiciste que con cada cosa que pasa venga a ver que escribiste. Spinetta es un tipo del que no tengo ningun disco pero que en mi cabeza tengo muchos temas sin darme cuenta. Gracias Gato, un abrazo.
    Matias

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    1. Gracias Matute! Es un gran elogio q me digas eso querido...Abrazo!

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  2. El viernes 10, caí en tu taxi en Lezica y Yatay con destino a Flores. En la charla descubrimos la afinidad ideológica y la admiración por el General Cesio y por Jauretche. Sinceramente, cuando me hablaste de tu blog no creí ni por asomo que sería tan bueno. Lo que leí hasta ahora me gustó mucho, el de la pasajera tilinga que es un compendio de todas las zonceras argentinas me mató, no podía parar e reírme. Saludos Silvia

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    1. Muchas gracias Silvia...fue un gusto haberte llevado y q te haya gustado el blog...en breve se vendrá el relato sobre el viaje q compartimos...Saludos

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