Se nos acaba de ir otro año fascinante de
kirchnerismo, con todo lo que ello implica, otro año plagado de hechos
trascendentes, agitadísimo, un año bien kirchnerista el 2012, intenso como
mínimo. Al palo, kirchnerismo al palo. Algunos acontecimientos destacables, por
sólo señalar algunos, la recuperación de YPF y de la Rural (la expropiación
comunista en términos gorilas), conflictos de todo tipo, 20N, 13S, 8N,
cacerolazos, 9D, cautelares, marchas, contramarchas, no nos dejan ir a Miami,
dónde están mis dólares, si quieren hacer comunismo vayansé a Cuba, yegua
montonera, esto ya es Venezuela, basta de Argenzuela y bla bla bla. La pelea
política estuvo a la orden del día, de todo como nos tiene acostumbrados el
kirchnerismo, otro año más que parecieron 10 años juntos y apenas fue el
primero del tercer mandato K, se viene La DéKada el 25 de mayo próximo. Y los
tan mentados saqueos, saqueos o robos organizados, como prefieran llamarlo. Ya
han pasado unos cuantos días y es momento de entrarle al tema.
Un punto interesante para abordar el asunto de
los saqueos es situarlos en una perspectiva histórica con los que se produjeron
en la época de Alfonsín y de la Rúa. No es lo mismo. La situación es por
completo diferente y no solamente por el hecho de que aquellos gobiernos fueran
radicales y el de CFK sea peronista. No es un asunto menor tal hecho pero no es
lo trascendente ni lo que explica las causas por las cuales los saqueos no se
extendieron como reguero de pólvora (era la intención sin dudas, buscar que
prendiera el caos, la circunstancia más parecida que vivió el kirchnerismo
fueron los días de la crisis del parque Indoamericano en 2010, meses después de
la muerte de Néstor, la búsqueda de generar el caos y de instalar la sensación
de ingobernabilidad es la misma, se trata de la misma lógica de
comportamiento). Lo que permite diferenciar a los gobiernos radicales de la
actual coyuntura es que cayeron en medio de los saqueos y del incendio del país
a causa de la profunda crisis económica y social que arreciaba el país, lo cual
no disminuye la responsabilidad de quienes fomentaron los saqueos pero permite
entender las causas que llevaron a que se extendieran en el tiempo y provocaran
la caída de aquellos gobiernos. Ni hablar de la brutal represión en la que
acabó el gobierno de la Alianza. (En este punto me gustaría señalar algo: No es
casual tampoco que en la conferencia de Moyano y Miceli se agitara el pasado
aliancista de algunos funcionarios del actual gobierno en la búsqueda de
establecer lazos entre el gobierno de de la Rúa y el actual que expliquen los
saqueos). La actual realidad económico-social es diametralmente opuesta a la
del fin de aquellos gobiernos radicales. Tal vez no sea el momento de
crecimiento más importante del ciclo kirchnerista pero existe un abismo entre
aquellas realidades y el presente (no olvidemos la crisis económica mundial
actual, respecto a ello, ¿no hablan más del viento de cola no?, cuando la mano
viene brava en el aspecto internacional la oposición se olvida de la influencia
que tiene en las economías locales, el concepto “viento de cola” sólo rige
cuando hay que minimizar el crecimiento sostenido de la Argentina).
Hace unos días Cristina se refirió a los saqueos
y viajó, discursivamente, al ’89 y al ’01: dijo que, pese a la crisis que se
vivía y a que ella siempre fue y será peronista, debía decirlo, fueron sectores del PJ los que los
promovieron los saqueos o al menos participaron de una u otra manera de ellos. Genial
que lo haya dicho con todas las letras, no nos vamos a hacer los boludos, fue
así y todos lo sabemos. El punto distintivo es que hoy los saqueos se enmarcan
en una realidad diferente y por ello no se extendieron. Otro punto que permite
entender la razón por la cual se apagaron en 2 días es una de las lógicas de
hierro del kirchnerismo: No se reprime. Sea justo o injusto el reclamo, el
kirchnerismo no reprime la protesta a tiro limpio como sucedió en el gobierno
de de la Rúa. No entraré a analizar lo sucedido con los 2 muertos que hubo en
Rosario porque no tengo información clara de lo sucedido.
Ahora bien: resulta muy cómico el análisis de
ciertos periodistas y la coincidencia que se encontró entre tal discurso y los
planteos desarrollados en la conferencia de prensa conjunta de Moyano, Miceli y
compañía. Es gracioso que aquellos periodistas que marcan con el dedo las contradicciones
del kirchnerismo y que se rasgaban las vestiduras hace algunos años por las
acciones y el poder desplegado por el sindicalismo hoy se abrazan a Moyano de
manera tan efusiva. Da risa, resulta tragicómico. Ciertos sectores del
sindicalismo que hoy lo ven a Moyano como la reencarnación de Lula también
adoptaron esa postura. ¿Qué pasó? ¿No piden más democracia sindical? El
discurso que desplegaron estos sectores en los días posteriores a los saqueos
era de una situación de conflicto social de la cual el gobierno, según su
visión, no se hace cargo. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿de golpe no
hay más conflicto?, ¿qué fue lo que pasó?, ¿el pueblo hambriento y desesperado
que saqueó plasmas de golpe se puso media pila por las fiestas y se fue a su
casa para no cagarle las fiestas al resto?, ¿postergaron sus necesidades para
otro momento?, ¿reprimen sus necesidades, de las cuales el gobierno no se hace
cargo, por el espíritu navideño? No se niega desde aquí que existen cuentas
pendientes y que la marginalidad y la vulnerabilidad social persisten en
algunos sectores, aunque en una medida infinitamente menor, pero de ahí a
plantear similitudes con situaciones críticas del pasado argentino hay un
abismo. Es necedad, ceguera o evidente intencionalidad política plantear tal
cosa. No se hagan los pícaros, hoy el conflicto es político no social. No se
pretende minimizar los saqueos por el hecho de que se afanaran LCDs. No importa
eso, el asunto es que sólo se llevaban artículos de ese tipo y el hecho de que de
golpe se frenó el presunto conflicto social latente. Ni hablar del supermercado
mayorista de artículos de limpieza de Campana. ¿De golpe todos querían limpiar?
Otro punto llamativo es la fecha escogida para realizarlos: 20 de diciembre.
Tendremos cara de boludos pero no tanto…
Señalemos un par de cuestiones que me quedaron
dando vueltas tras la conferencia de prensa del sindicalismo opositor al
gobierno. ¿Qué buscaban con ese despliegue, con esa actitud? Esa conferencia de
prensa los delató, si no se tiene nada que ocultar no se sale así con los
tapones de punta. Vuelvo a preguntarme, ¿dónde quedó el reclamo de democracia
sindical de la CTA? ¿Qué pasó con eso? ¿Ahora los une el enemigo mayor que se
construyeron que es el gobierno? ¿Había necesidad de ese montaje, de esa pose
de matonaje sindical?, ¿Había necesidad de boquearla así, de decir que no
estaban detrás de los saqueos porque no
les interesaba afanar supermercados sino parar el país como dijo Miceli?
Incluso si no fueran quienes estaban detrás de los saqueos lo que jode
demasiado y los condena es la actitud asumida, la decidida intención de
desgastar al gobierno y pudrirla mal. La
Presidenta no entiende lo que pasa dijo Moyano. Y volvió a relucir el tema
del Impuesto a las Ganancias (que sin dudas debe y será revisado, sucede que en
este tironeo político todo se complica más). ¿Por eso el robo y los
saqueos? De todos modos hay que marcar
matices. Plaini, por caso, si bien se mantiene dentro de la CGT moyanista,
manifestó su repudio a los saqueos, otros no lo hicieron, es más, se reían. Un
apartado que no tiene tanto que ver con los saqueos pero sí con el
sindicalismo. Plaini constantemente habla de movimiento obrero organizado, tal
definición es hablar estrictamente de la CGT. No de todos los trabajadores como
dice Moyano. Los trabajadores van más allá de lo que representan la CGT y la
CTA de Miceli.
No debía ser así el asunto. Una pena realmente.
Insisto, como señalé en publicaciones anteriores, con que el sindicalismo no debe
ser el enemigo del gobierno pero el tema es que evidentemente decidieron ser la
punta de lanza de otros intereses en la búsqueda de generar el caos, los
intereses de las corporaciones económicas que se oponen al gobierno. Y lo
hicieron con la anuencia de dirigentes opositores y con la pasividad policial
previa a los saqueos. Eligieron ese camino.
Si yo no puedo vos tampoco y te prendo fuego el país. Si prende prende. Debía
ser diferente la cosa pero no lo fue. Responsabilidades también debe tener el
kirchnerismo sin dudas en este enfrentamiento pero este conflicto no es nuevo.
Viene desde hace tiempo el tira y afloje. Fue una relación tirante siempre, ya
con Néstor vivo la situación tensa y, por momentos, extorsiva, existía. Le
resultó costosa esa alianza al gobierno muchas veces, perdió votos por
sostenerla, votos de sectores de clase media que lo putea por esos negros que no trabajan y viven del Estado. Se sostuvo esa
alianza porque era importante sostenerla, porque se buscaba aprender de los
errores históricos, parecía manejable. No lo fue.
Al mismo tiempo que se analiza la escabrosa
relación del sindicalismo y el kirchnerismo resulta necesario señalar algo. Si
bien el sindicalismo argentino es esencialmente peronista, la relación entre el
peronismo y el sindicalismo, históricamente fue compleja. ¿O nos olvidamos de
Evita a puteada limpia con los ferroviarios que le querían parar a Perón? Ya
desde Cipriano Reyes viene conflictiva la relación, la disputa por el poder
excede al propio peronismo, es esencialmente humana y hay que hacerse cargo de
ello. ¿O nos olvidamos de Vandor y el peronismo sin Perón? ¿Alguien puede decir
que Vandor no era peronista también? Y sin embargo Perón le mandó a Isabel para
boicotearle las elecciones en Mendoza en los ’60. Ni hablar de la relación
entre el sindicalismo y la izquierda peronista en los ’70. Parecía que se había
aprendido la lección y que la ruptura no se produciría pero volvió a pasar.
Desgraciadamente ciertos actores sindicales siguen viendo a los “zurdos” de los
’70 en este gobierno y la convivencia se hizo insostenible.
Para ir cerrando un par de cosas. Una consigna de
la izquierda peronista era Gobernar es
movilizar. Habría que reformularla. Deberíamos decir que, también gobernar es movilizar, pero no sólo
eso, no lo es todo. ¿Por qué digo esto? Se habló mucho de las dificultades
que tuvo la convocatoria del 19 de diciembre realizada por Moyano y Miceli, se
dijo mucho que fue poca gente y se la comparó con la multitudinaria
movilización del 9D en Plaza de Mayo llevada a cabo por el kirchnerismo. La
diferencia fue notoria. Perfecto, es un punto a tener en cuenta pero no
olvidemos, más allá de que son tiempos políticos diferentes, que en los ‘70 el
sindicalismo también tenía menos capacidad de movilización que la JP y sin
embargo los sindicatos se impusieron a los tiros. Seguramente la metodología
hoy sería diferente. Pero la disputa por el poder es la misma. No son
situaciones políticas comparables pero me parece que hay que tenerlo en cuenta.
Es necesario tener la capacidad de sumar y aglutinar a quienes no se quieren
prender fuego en la cruzada de Moyano y Miceli con la bendición de las
corporaciones, particularmente la de Clarín. En el presente conflicto político
que se plantea hay todo tipo de responsabilidades, en todos lados, pero hay que
tener en cuenta que primero está la democracia. Algunos, evidentemente, no lo
entienden así y si pierden poder se quieren llevar puesto todo. Una lástima que
sea así. Pero es así. Así que a estar atentos porque tal vez no tengan tanto poder
de movilización pero sí tienen poder para hacer daño y muchas ganas de pudrirla
mal. Sabemos quién gana si se pudre. El pueblo seguro que no.
Buen resumen y mejor análisis. Buen año tachero!!
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