martes, 16 de abril de 2013

Rock se escribe con K. Hoy: Yo quiero a mi pechera

Vuelve una sección que quedó olvidada en la noche de los tiempos como gusta decir el Indio Solari. Y vuelve con una canción de Sumo, una tema con un hondo contenido peronista, un tema que se adelantó a su tiempo, una composición de las más sesudas del rock nacional. Yo quiero a mi bandera es la canción escogida. Fue elegida a partir del episodio Larroque-Miceli. La famosa controversia de la pechera.

Se trata de un rockito liso y llano, carente de pretensiones, que no la juega de sofisticada. Va al grano, como el peronismo. ¿Qué hay que hacer? ¿Seleccionar y clasificar ropa para los damnificados por el temporal? Se arremanga el peronismo y lo hace. Así. Sin más. Y lo hace notar. ¿Cómo? Calzándose una pechera identificatoria que muestre quién sos, de dónde venís y, especialmente, a qué venís.

Un breve repaso histórico al recorrido de Luca Prodan, plagado de viajes hasta recalar en la Argentina. El era peronista del Perón que fue a la Italia de Mussolini, eso que los gorilas llaman El "fascismo de Perón". La idea de comunidad organizada, el Corporativismo mussoliniano. Luca bancaba al primer Mussolini aunque con ciertos reparos. En realidad asumía el mussolinismo como lo más cercano al peronismo que podía asimilar Italia. Por eso su adhesión al Duce nunca fue plena. Además consideraba que la unión amorosa del Duce con Clara Petacci tuvo el mismo efecto que Yoko Ono y John Lennon para los Beatles. Allí interpretaba que Benito había perdido el rumbo y ello derivó en su alianza con Hitler. La interpretación de Luca sobre ese período histórico lo alejó de la política transitoriamente y se hizo hippon y punky. Quiso armar una línea del peronismo en Italia pero no hubo caso. No pudo. Los tanos no lo entendieron. El período escocés de Luca se asocia a cierta cercanía a William Wallace. Pensó hacer una película sobre tal personaje histórico pero no consiguió en aquellos años ningún actor que llevara las polleras escocesas con tanta onda como Mel Gibson.

Yo quiero a mi pechera sería el nombre que hoy llevaría esta canzonetta de Luca Prodan. Pero antes de entrar al análisis del trasfondo peronista de la canción vayamos un poquito al prontuario del pelado.  ¿Se podría hablar de un Luca prematuramente kirchnerista? Suele decirse en literatura rockera argentina que Luca no tenía mucha idea de política o que no le interesaba, que estaba meta darle a la guitarrita al estilo del recordado himno decadente. Se decía que los problemas con las drogas derivaron en su llegada a la Argentina. Nada más lejano a la realidad. Estaba pasado de peronismo Luca. Ma que ginebra ni que ginebra. Se quebró el pelado al ver lo que era el peronismo de los '80. Se indignaba al escuchar hablar de la Renovación Peronista. El no bancaba ninguna renovación, pretendía volver a las fuentes. Nada más explícito sobre su pensamiento político que el nombre de su banda: Sumo. Allí puede verse su peronismo más allá del gordo de lucha nipona de la tapa de alguno de sus discos. Era una forma de camuflar su peronismo, era su lucha en la clandestinidad rockera. Por eso le decía putos a los de Virus. No porque fuera mataputo. Les decía putos porque asumía que la música de Virus era re radical, los asociaba directamente a la primavera alfonsinista y no le cabía ni ahí. Sumo era la síntesis peronista, el lema de Perón: Ir con todos y no sólo con algunos. La búsqueda de ampliar las bases, de contener a todo el pueblo rockero en el barco peronista. Estar siempre con las mayorías, no se pretendía vanguardia musical como muchos interpretaron su música, era un adelantado a su tiempo como el propio Perón, como Néstor.

Entonces se vino para la Argentina. Vino para refundar un peronismo sin rumbo no para escapar de la heroína como señala la prensa gorila. 

Vamos al análisis minucioso del tema en cuestión.


Yo quiero a mi bandera 
Yo quiero a mi bandera 
Yo quiero a mi bandera 
Yo quiero a mi bandera

En este fragmento de la canción podemos apreciar el profundo contenido          nacionalista de Luca. El amor a la Patria, a la bandera. Se rumorea también que el pelado la quiso jugar de irónico con la idea de Nación. Nada más ajeno. Carezco de pruebas para afirmarlo pero confíen en mí.
Otra interpretación posible es que se refiriera a la legendaria frase de Evita:Yo sé que ustedes tomarán mi nombre y lo llevaran como bandera a la  victoria. También sería una forma de manifestar su adhesión al socialismo nacional y no al tradicional izquierdismo internacionalista.
En un eventual relanzamiento de Yo quiero a mi bandera podría leerse yo quiero a mi pechera. Sin dudas. Sólo para provocar al amigo Juan Miceli.                                 
                                             
Planchadita 
Planchadita 
Planchadita 
Planchadita 
Planchadita 

Esta parte es la menos clara. La más críptica, la que se presta a diversas controversias. Algunos historiadores del rock, los más liberales, señalan que Luca bajaba línea por el hecho de que la hermana de Gaby Michetti es propietaria de un lavadero al estilo Lave Rap. Esta teoría hace agua por todos lados. La vertiente revisionista señala que el pelado quería tanto a la bandera que la tenía siempre en perfectas condiciones, una bandera limpia habla de un país con buena gente, señalan fuentes  confiables que Luca comentaba a sus íntimos.



Yo quiero la mamadera 
Yo quiero la mamadera 
Yo quiero la mamadera 
Yo necesito la mamadera 

Sobre este fragmento de la canción no caben dudas. Remite a la juventud. A los pibes de Cristina para la liberación. Se señala, sin documentación que lo respalde a ciencia cierta, que Luca le arrastraba el ala a una mina que había militado en las FAP en los '70. Pero no vamos a decir una cosa por otra en este espacio. Ni ahí. Sólo diremos que fue un adelantado a su tiempo y que bancaba a full al piberío militante y solidario.


Calentita 
Calentita 
Calentita 
Calentita 
Calenti ti ta 

Otro tramo explícito del tema. Hoy se cantaría del siguiente modo: Camporista camporista camporista. No hay más que agregar. No hay sutileza posible. Peronismo puro. Kirchnerismo al palo.
 
Yo quiero cruzar con la barrera 
Yo quiero cruzar con la barrera 
Yo quiero cruzar con la barrera 
Y que me pisen 
Y que me pisen 
Y que me pisen 
Y que me pis pis pisen

Esta frase pone de relieve el espíritu transgresor del kirchnerismo como movimiento político. Quiere cruzar la barrera, romper las reglas, si la barrera está baja la cruza igual. Va por todo, aún cuando las condiciones no sean las ideales. Al frente.
El final se presta a controversia. Así era Luca. Los historiadores especializados en los '70 leen en este final un clarísimo Perón o muerte. La cruzo y que me pisen. O paro al tren o me hace pelota. 
Los historiadores del presente ven el lema Vamos por todo kirchnerista. En ambos análisis lo que prevalece es la voluntad política presente en ambos períodos históricos. 


Basta de delirios...a dormir se ha dicho...





3 comentarios:

  1. Aplauso, medalla y beso. Posteo capusoteano. Muy bueno!!!

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  2. No se como llegué a esta página, claramente fue lo peor de mi día. No noto mucha diferencia entre lo que leí y el nazismo más puro. En fin, ya se les termina, Kabecitas lavadas.

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